La búsqueda de una nueva propiedad ya no se realiza solo visitando físicamente las casas, sino a través de recorridos virtuales, inteligencia artificial, con un dispositivo móvil sentados en el sofá o incluso en la alberca.

Con la tecnología hoy es posible, mediante un algoritmo entrenado, conocer el valor de la propiedad con un estimado e incluso sugiere cuándo es el mejor momento para invertir.

Para comenzar el panel, René Monroy, cofundador y CEO de Capi, el valor del proyecto realmente se gesta como exitoso durante el proceso de originación y desarrollo.

“La ejecución debería ser algo muy simple porque realmente es ejecutar lo que ya te llevaste nueve a doce meses planeando. La tecnología para mí es crucial, el tema de implementar inteligencia y herramientas colaborativas para que todos aporten su punto de vista y todo esto vaya hacia el éxito del proyecto”. 

Sobre esto, Luis Cantú, Business Development de Alcasa Desarrollos, consideró que todos los involucrados pueden entender que la mayor parte del valor agregado de un desarrollo inmobiliario se concentra precisamente en la etapa de la planeación y de la conceptualización.

“Cuando los ladrillos todavía no los podíamos ver en sitio y a través de la tecnología, el enfoque era usar el tiempo, un recurso escaso no renovable de las personas. Estas tecnologías ayudan a crear sistemas, incrementar la tasa de seguridad de seguimiento, continuidad, control de los proyectos para que la construcción se vaya convirtiendo más y más en un commodity”. 

Jorge González Bear, gerente de Vitro Vidrio Arquitectónico, mencionó que su producto ha buscado tener innovación, desde aspectos sencillos como plataformas en línea que ayudan a tomar una mejor decisión. Además, dijo que empresas como la que representa fomentan una cadena de empleo debido a todos los procesos que conlleva instalar un vidrio en un edificio, desde su fabricación hasta el transporte y comercio. 

“Nuestros productos se venden a un profesional certificado o distintos procesadores certificados quienes toman nuestro material lo cortan hace trabajos a la medida y para poderlo colocar en sus edificios estos procesadores requiere un instalador de vidrio”.

Para cerrar el panel, Guillermo Jackson, CEO de Koppi, puntualizó que la IA y otras herramientas pueden dar miedo, incluso a “titanes de la industria”, sin embargo, acercarse a ellas permite entender que nacieron para facilitar el trabajo y no reemplazar. 

“La tecnología va avanzando a pasos agigantados y un desarrollo puede completarse en varios años, entonces hay un desfase durísimo entre el desarrollo de comunidades enteras y todos los avances tecnológicos que hay. Debemos entender cómo usar estos avances tecnológicos para cortar estos tiempos”. 

Por Juan Rangel

Es un texto de la edición 146 de la revista Inmobiliare, dale CLIC AQUÍ para descargar.