Las fibras inmobiliarias Prologis, Terrafina y Macquaire tocaron máximos históricos en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), de acuerdo con Investigin.com. En el mes de febrero, Terrafina y Marcquiare, marcaron máximos históricos en acciones dentro de la BMV de 35.42 pesos y 32.23 pesos, respectivamente.

Al mes siguiente, Prologis registró un precio récord de 68.16 pesos, de esta manera las tres empresas destacaron por su participación en la Bolsa Mexicana de Valores.

Además, tienen en común contar con complejos industriales en la zona fronteriza del país que cada vez se beneficia más por la llegada de inversionistas extranjeros que buscan alternativas de negocio ante el conflicto comercial entre Estados Unidos y China.

Una de las estrategias utilizadas por las empresas para llegar a México ha sido el nearshoring, el cual se ha expandido dentro de la industria del Real Estate en los últimos años.

“Los inversionistas consideran que una forma de participar en los beneficios del nearshoring es a través de Fibras que cuentan con naves industriales dentro de sus portafolios” señaló Eduardo López, analista especializado en este nuevo método de negocios.

naves industriales
Desde hace unos años las fibras inmobiliarias cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores Foto: Unsplash

Oportunidad de negocio de las fibras inmobiliarias 

Estos vehículos de inversión permiten arrendar, administrar y operar inmuebles a diferentes personas, ya que se pueden comprar acciones con muy poco capital de dinero. 

Ahora, con su incursión a la Bolsa Mexicana de Valores los expertos consideran que se avanza:

  • Generación de mejor formación para precios de activos
  • Creación de liquidez para los actores de la industria del Real Estate 
  • Puente entre economías desarrolladas y emergentes 

Asimismo, el esquema de las fibras se puede aplicar a diferentes negocios, por ejemplo, en Estados Unidos, se ha aplicado en proyectos de prisiones y cementerios. 

Recientemente, los fideicomisos existentes en el país invirtieron 57,600 millones de pesos en adquisiciones y desarrollos de nuevos proyectos, aprovechando el crecimiento del nearshoring, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Fibras (Amefibra).

Con esta inversión se siguen expandiendo diferentes empresas alrededor de la República Mexicana e incrementan su portafolio, lo que beneficia al crecimiento del mercado inmobiliario.