En términos sencillos, el Net Zero es recortar todas las emisiones de gases de efecto invernadero para que estén lo más cercanas posible a cero.
“Algunas emisiones residuales pueden ser resueltas por la atmósfera, el océano o por los bosques”, explica en entrevista para Inmobiliare, José Antonio Romero, subdirector de sustentabilidad de Fibra MTY.
Por su parte, Karen Mora, directora de Sostenibilidad de FUNO, indica que cuando se habla de cero neto se basa en cómo la sociedad puede seguir viviendo en el planeta sin generar gases de efecto invernadero.
“Todo se ha llevado a si limitamos la producción o la generación de carbono, vamos a evitar que la temperatura global del planeta suba 1,5 grados; y si se aumenta, todos los ecosistemas se van a desbalancear, los polos se van a deshielar, el nivel del mar se va a elevar e incluso podrían desaparecer algunas ciudades”, comenta Mora en entrevista para Inmobiliare.
Es importante mencionar que el 4 de noviembre de 2016 entró en vigor el Acuerdo de París, en el cual 193 países más la Unión Europea participan en esta iniciativa en donde se establecen los objetivos a largo plazo para combatir el cambio climático. Dicho acuerdo tiene compromisos para reducir sus emisiones y colaborar juntos a fin de adaptarse a los impactos del cambio climático, por lo que todos los integrantes firmantes tienen que esforzarse para limitar este aumento a incluso más de tan solo 1,5 grados y limitar la temperatura global en este siglo a 2 grados.
De acuerdo con José Antonio Romero, muchas de las empresas comprometidas con el Net Zero se han enfocado en
cuatro elementos:
1. Establecer objetivos de reducción de emisiones a corto plazo, antes de llegar al 2030.
2. Determinar una meta a largo plazo para que se puedan reducir más allá del 90% antes del 2050. “El 10% restante se prevé que pueda ser absorbido por la propia naturaleza”.
3. Neutralizar esas emisiones residuales. “Las organizaciones deberían de buscar esas alternativas para compensar de alguna manera las emisiones a través de los bonos de carbono, con iniciativas que apoyen a la restauración de los ecosistemas”.
4. Involucrar no solo a la cadena de valor, no nada más a los proveedores o procuración de materiales, sino también a los clientes y empresas de servicios especializados.
“Muchas de las economías se han enfocado a temas de energías renovables porque impacta a otras industrias. México es uno de los países que firmó el Acuerdo de París, y este tiene un efecto en el sector privado y en lo individual, hacen sus propios compromisos y objetivos. Aquí las primeras que se adhieren son las cementeras, por ejemplo Cemex tiene metas desde 1990”, menciona Mora.
Ante esto, las fibras inmobiliarias se han adherido a esta lucha contra el cambio climático con diversas iniciativas, que abarcan desde proveedores hasta clientes.
Importancia de las FIBRA´s que ayuden al medioambiente
De acuerdo con José Antonio Romero, la operación de los edificios representan aproximadamente el 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global.
“Al cierre de 2022, las fibras inmobiliarias en México contaban con 1,800 propiedades actividades con una área bruta rentable de 44 millones de metros cuadrados (m2), lo que significa un impacto trascendental (en el medio ambiente)”.
Razón por la cual, el subdirector de sustentabilidad de Fibra MTY indica que es importante que las FIBRA´s se involucren, ya que al ser propietarios se puede incidir positivamente en su cadena de valor, especialmente con los inquilinos que son empresas manufactureras, servicios, turísticas, etc.
Y es que si bien el 5% del negocio de las fibras inmobiliarias se enfoca a la construcción, la administración de un edificio es lo que impacta al medioambiente, ya que su principal utilidad es de renta (95%).
“En la operación lo que más consume es la luz; en México el 28% o 30% de la energía viene de fuentes renovables (hidroeléctrica, eólicas, solar, etc.), pero el 70% sigue siendo de forma tradicional, y todos tenemos contrato con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), por lo que en nuestro sector el mayor impacto está en la energía eléctrica”, explica Karen Mora.
Asimismo, la directora de Sostenibilidad de FUNO resalta que el segundo impacto más importante proviene del carbono embebido en los materiales.
“Por ejemplo, cuando se construyó Torre Mayor para el ladrillo que se puso ahí y para todo lo que está instalado, así como para la movilidad de equipo hubo emisiones, entonces nosotros como FUNO tenemos ese carbono embebido y lo cuantificamos para mitigar y reducir. Con esto es que una empresa pueda decir, soy Net Zero”.
Por Rubi Tapia
Es un fragmento del artículo La ruta de las FIBRA´s hacia Net Zero en México de la edición 142 https://inmobiliare.com/digital/INMOBILIARE-142.pdf