HEINEKEN México celebró los 135 años de La Cervecería en Monterrey, el complejo industrial que dio origen a una operación que hoy forma parte de una industria que aporta el 1.3% del PIB nacional. La Cervecería se consolidó como motor de desarrollo en el norte del país y como pieza clave en la integración de cadenas productivas, infraestructura y empleos de largo plazo.
Un legado industrial con efecto en ciudades y cadenas de valor
Lo que arrancó en 1890 con Isaac Garza, Francisco Sada y José Muguerza detonó industrias completas: vidrio, cartón, refrigeración, transporte y logística. Ese modelo de integración vertical no solo fortaleció a la cervecera, también configuró polígonos industriales, corredores urbanos y zonas de servicios alrededor de plantas y centros de distribución.
Hoy, la operación mexicana de The HEINEKEN Company es la más grande a nivel global:

- 7 plantas cerveceras y 1 maltera.
- Más de 17,000 empleos directos.
- Más de 170 Centros de Distribución.
- Una red de más de 17,000 tiendas Six en todo el país.



Detrás de esas cifras hay demanda constante de parques industriales, bodegas, naves de logística, puntos de venta a pie de calle y servicios urbanos. La huella inmobiliaria no se limita a las plantas; se extiende a centros de distribución, cadenas de frío, corredores logísticos y locales comerciales que soportan la red de retail.
La compañía trabaja con más de 2,700 proveedores nacionales, muchos de ellos instalados en clusters industriales vinculados a su cadena de valor. Esto significa contratos de largo plazo, inversión en equipamiento y una base estable para desarrolladores industriales y de logística que abastecen al ecosistema cervecero.
Sostenibilidad, eficiencia y nuevas métricas para la planta industrial
HEINEKEN México también utiliza su plataforma industrial para reforzar una narrativa de sostenibilidad y eficiencia operativa que impacta directamente en cómo se diseñan y operan activos inmobiliarios.
Entre los hitos recientes destacan:
- Planta Tecate: reabastece el 100% del agua contenida en sus productos.
- Planta Meoqui: catalogada como la más eficiente globalmente, con consumo de 1.71 hl/hl.
Ambas instalaciones son pilares de la estrategia “Brindar un Mundo Mejor”, con enfoque en economía circular, consumo inteligente, educación ambiental, reforestación y aprovechamiento total de residuos de producción. Además, la expansión de productos 0.0 y bajos en calorías refleja una diversificación de portafolio que también exige ajustes en logística, almacenaje y puntos de venta.
Para desarrolladores y fondos que invierten en naves industriales y plantas productivas, estos casos marcan referencia sobre:
- Estándares de eficiencia hídrica y energética para nuevos proyectos.
- Requerimientos de infraestructura para procesos con alta circularidad de residuos.
- Certificaciones y métricas ESG que se vuelven condición para contratos de largo plazo con corporativos globales.
Impacto social y capital humano: más que metros cuadrados
La cervecera ha utilizado su escala para construir una narrativa de impacto social y desarrollo de talento. Históricamente, su modelo de Servicios, Cultura y Formación fue referente en prácticas laborales e impulsó la participación de la mujer en el ámbito industrial.
Hoy destacan programas como:
- HEINEKEN Green Challenge, que ha apoyado a más de 12,000 emprendedores.
- Becas “Liderazgo con Propósito”, enfocadas en formación de talento.
Este tipo de iniciativas refuerzan el arraigo de la marca en comunidades donde opera, lo que reduce fricción social frente a expansiones de planta, nuevos centros de distribución o aperturas de tiendas. Para gobiernos locales y desarrolladores, contar con un ancla industrial con este nivel de aceptación social facilita permisos, desarrollo de infraestructura y consolidación de nuevos polos urbanos.
La Cervecería como ancla inmobiliaria y símbolo regional
La celebración de los 135 años en La Cervecería de Monterrey incluyó video mapping sobre la fachada histórica y una cena-maridaje con una edición especial de Carta Blanca inspirada en procesos de hace un siglo. Más allá del evento, el mensaje es de continuidad: la planta original sigue siendo ícono arquitectónico, industrial y de identidad regiomontana.
La compañía se presenta como “pionera del norte” y símbolo de comunidad, arraigo y visión colectiva. En la práctica, esto se traduce en:
- Revalorización de activos industriales históricos.
- Integración de inmuebles productivos al tejido urbano mediante renovación, usos mixtos y turismo industrial.
- Nuevas oportunidades para proyectos de hotelería, servicios y vivienda en torno a corredores productivos consolidados.
Para el ecosistema inmobiliario, HEINEKEN México es un caso de estudio de cómo una empresa ancla puede, a lo largo de más de un siglo, moldear ciudades, detonar cadenas de valor, sostener empleos y redefinir estándares de sostenibilidad en activos industriales.
La Cervecería ya transformó Monterrey. La siguiente etapa será ver cómo esa combinación de escala, ESG y reputación se traduce en nuevos proyectos industriales, logísticos y comerciales en los próximos años.