El sector de oficinas experimentó un cambio a nivel mundial tras la pandemia, enfocando su construcción en temas relacionados con la salud (física o mental) de quienes deben ocupar estos espacios y el impacto de un edificio a largo plazo.
Para expertos como Alan Valadez, director de Diagrama Arquitectos, hoy la construcción debe enfocarse en crear experiencias que impacten profundamente en la calidad de vida de sus habitantes.
“Cada espacio que concebimos tiene el potencial de influir en el bienestar y transformar la vida de quienes lo ocupan. El reto no es solo construir más, sino hacerlo de manera inteligente, pensando en cómo los espacios pueden evolucionar con el tiempo“, comparte.
En este contexto, los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) funcionan como un aliado para medir la eficiencia de los inmuebles y administrar el riesgo de cualquier negocio.
De acuerdo con Alejandra Coffin, Project Director de la desarrolladora inmobiliaria Frel, toda empresa que opta por incorporar en su práctica estas consideraciones, genera mayor rentabilidad y una evaluación más estable en sus activos, volviéndose más atractiva y confiable para inversionistas externos con el tiempo.
“Los edificios de oficinas y en específico, los que están categorizados como AAA, son los que atienden el mercado más exigente en el tema. Si bien, están sujetos a la oferta y demanda, continúan siendo altamente rentables porque ofrecen a los usuarios la posibilidad de ocupar espacios seguros, autosuficientes o agradables, sin la necesidad de mudarse constantemente”, asegura la experta en entrevista para Inmobiliare.
La directiva agrega que, hoy en día, muchas empresas generan análisis exhaustivos antes de presentar una propuesta de arrendamiento, donde generalmente evalúan un sinnúmero de aspectos.
Estos análisis incluso aminoran el riesgo de que, en un momento dado, pudieran ser acreedoras de demandas, por ejemplo de discriminación, lo cual puede repercutir en su imagen y en la ética que dicen tener, causando pérdidas económicas.
“Las empresas que incluyen criterios ASG dentro del diseño de sus oficinas, por lo general son mundialmente conocidas. Contar con una certificación de reconocimiento internacional significa una diferenciación frente al resto”.
Espacios certificados ofrecen mayor seguridad y adaptabilidad a futuro
Mimeisa, compañía de inversión y gestión de activos inmobiliarios, indica que diseñar oficinas con objetivos ASG no sólo facilita un aumento de su rentabilidad, sino que es motor de atracción de talento e innovación empresarial.
La empresa detalla que, por lo regular, las firmas preocupadas por cumplir con estándares internacionales son capaces de ofrecer, desde un espacio, hasta servicios que se adapten a las necesidades a futuro.
“Los cubículos son historia. En el nuevo diseño de oficinas, la clave está en la capacidad de generar y diseñar espacios que atraigan talento, que aporten flexibilidad y tecnología como un valor añadido diferencial”.
Por ello, Mimeisa contempla que, si una persona tiene que escoger entre quedarse en casa trabajando o ir a la oficina, estas últimas deben tener elementos de atracción, bienestar y confort que no estén disponibles en el hogar.
“Ya no es cuestión de sólo trabajar, sino de ofrecer una experiencia de usuario plenamente satisfactoria”.
¿Qué estrategias aplicar para lograr oficinas sostenibles o de bajo impacto ambiental?
Para Alejandra Coffin, cualquier edificio que implemente estrategias enfocadas a la sustentabilidad debe incluir innovación, la cual responda ante las condiciones climáticas y de ocupación.
En este contexto, la experta afirma a Inmobiliare que hoy existen diferentes sistemas que, por medio de sensores, permiten utilizar lo necesario en materia de energía o recursos hídricos. Además ofrecen un ahorro significativo pues, aunque tienen una retribución directa en el gasto operativo, repercuten totalmente en la inversión patrimonial.
Sobre esto, recomienda invertir en equipos de mayor calidad debido a que tienen una vida más larga que lo habitual, porque el desgaste es considerablemente más lento.
“En el caso de los interiores de oficinas, funciona exactamente igual, pero traducido a un nivel más pequeño. Si bien, es cierto que cada espacio tiene implicaciones en menor medida frente al total del edificio, son los interiores los que, por medio de su correcta implementación y operación, demandan en menor o mayor medida a los sistemas centrales”.
Como recomendación, Coffin señala que los interesados en incluir este tipo de sistemas, requieren tener un consultor experto que brinde su conocimiento durante el proceso de diseño y construcción a todo el equipo.
“Sin duda, durante la vida útil de los edificios, la herramienta más importante es poder medir absolutamente todas las funciones que se planearon para poner a prueba la eficiencia, esto permite hacer ajustes sin importar el entorno”.
Por Juan Rangel
Este es un texto de la edición 146, dale CLIC AQUÍ para descargar la revista Inmobiliare.