Las viviendas que son producidas bajo la impresión 3D ofrecen un potencial, ya que en el desarrollo se aumenta la eficiencia y productividad.

Según Marco Vonk, director de marketing de Saint Gobain Weber Beamix, significa hasta un 80% de ahorro en mano de obra.

Además, el inmueble resultante es una copia exacta del modelo digital, muy parecido a imprimir una imagen en papel.  Esto lo diferencia de la construcción tradicional, que depende de las condiciones del terreno y la exactitud humana.

En cuanto al tiempo de trabajo, el directivo aseguró que se reduce un 60 por ciento.

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Cortesía: extravagante.ar

Amplia variedad de modelos y costos

De acuerdo con la plataforma SQ4D, en la actualidad se cuenta con un portafolio muy amplio de opciones, con diferentes precios, materiales y diseños.

En promedio, una casa impresa puede alcanzar un precio de hasta 20 mil dólares, lo que equivale actualmente a 410 mil 210 pesos. Entre las más económicas, se pueden encontrar algunas de nueve y siete mil dólares.

Además, se espera que este mercado alcance un valor de 55 mil 800 millones de dólares para el 2027, estimó la consultora tecnológica Smithers.

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Cortesía: Idealista

Proceso para construir una vivienda 3D

Marcos Vonk detalla que las formas tridimensionales se crean a través de un proceso controlado por computadora y una máquina de impresión grande.

El concreto y otros materiales como mortero, tierra, polímeros especiales o plásticos reciclados se ensamblan capa por capa para formar paredes, cimientos, columnas, escaleras y otros elementos de construcción.

Como el sistema es portátil, es adecuado para la producción prefabricada y la aplicación in situ. Esto elimina la necesidad de reubicaciones y calibraciones frecuentes.

Una vez que la impresora está ensamblada, funciona a lo largo de tres ejes en un marco de metal seguro. Finalmente, puede configurarse en cualquier dirección para una amplia gama de aplicaciones.