Los impuestos verdes o ambientales se refieren a los cobros que realiza el Estado a empresas y consumidores por los efectos negativos al medio ambiente, tras producir u ofrecer algún bien de consumo o servicio.
En México, se ha intentado elevar a nivel federal con el objetivo de desalentar comportamientos y actitudes consideradas perjudiciales para el planeta, sin embargo, solo algunas entidades pusieron en marcha estas obligaciones, entre las que se encuentran:
- Baja California
- Campeche
- Coahuila
- Estado de México
- Nuevo León
- Oaxaca
- Querétaro
- Quintana Roo
- Tamaulipas
- Yucatán
- Zacatecas
- Guanajuato
- Ciudad de México
Cabe resaltar que San Luís Potosí podría unirse a la lista, ya que recientemente anunció la Ley de Ingresos del Estado para 2024, en la que contemplan aplicar estos impuestos a empresas del sector industrial que en sus procesos ocasionan contaminación al suelo, agua y el aire.
Aunque algunas entidades ya cuentan con estos impuestos, aún existen casos en los que se deben regularizar reglamentos de operación, como en Tamaulipas, dónde la Asociación Nacional de la Industria Química resaltó la importancia de publicar reglas de operación de los impuestos en beneficio de los inversionistas y empresas, del ramo industrial.
¿Cómo se calculan los Impuestos verdes?
En el país existe el PINE (Producto Interno Neto), indicador que permite aproximar el impacto de las actividades económicas en México a través del costo derivado del agotamiento de los recursos naturales y la degradación del ambiente.
Esto se calcula descontando al producto interno neto de los costos asociados al agotamiento de hidrocarburos, recursos forestales, aguas subterráneas, entre otros.
Durante el 2021, el monto total del indicador fue de 19,632,869 millones de pesos, lo que representó 71.6% del Producto Interno Bruto (PIB) a precio de mercado. Por otro lado, la industria de la construcción aportó el 5.1%, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).