Muchos artistas contemporáneos se han aventurado en nuevos procesos creativos cuyas principales herramientas son programas informáticos y soportes digitales, que les permiten romper las barreras entre los espacios físicos y la simulación, dando como resultado una serie de interesantes experiencias inmersivas.
El arte digital mezcla diversos elementos como imágenes fijas o en movimiento, sonidos, música, luces y hasta olores para conformar piezas multimedia e interactivas, logrando que el público no solo se relacione de manera diferente con la obra, sino que incluso forme parte de ella y la perciba de una forma más compleja.
Ejemplo de lo anterior es el recién inaugurado centro de exposición y difusión de arte digital, adaptado en un antiguo búnker de submarinos de la II Guerra Mundial y ubicado en la emblemática ciudad de Burdeos al sudoeste de Francia. Tiene por nombre Bassins de Lumières, que se traduce al español como ‘piscinas de luces’ y se ha convertido en el nuevo referente para las instalaciones de medios mixtos.
La base de submarinos, antes conocida como Betasom, fue construida en 1940 en el río Garona y forma parte de una cuenca bajo el agua dividida en 11 secciones, separadas por bloques de hormigón armado de aproximadamente 245 metros de largo y 20 metros de alto, las cuales, fueron rediseñadas por la gestora global de museos y monumentos Culturespaces.
La rehabilitación del espacio inició en 2018 y además del trabajo de reconstrucción que incluyó el suelo, las cimentaciones, electricidad e insonorización, también se establecieron espacios técnicos como oficinas, un centro de control y una sala de servidores. Asimismo, la gestora buscó mejorar la experiencia de los visitantes desde la entrada, en la que construyó un edificio anexo de 340 m2 que cuenta con un área de recepción, taquilla y tienda de regalos. Culturespaces calculó una inversión total de 10 millones de euros en la remodelación.
En 2020 y bajo las medidas sanitarias requeridas, se ha inaugurado la exposición actual que ocupa cuatro celdas, en las que se pueden apreciar las cuencas de agua rodeadas por proyecciones dedicadas a grandes artistas de la historia como el pintor austriaco Gustav Klimt y el alemán Paul Klee.
“Las exhibiciones digitales abarcan la monumental arquitectura de la base submarina y se reflejan en el agua de cuatro piscinas gigantes de 12 metros de altura, 110 metros de longitud y 22 metros de profundidad, lo que añade una nueva dimensión a las experiencias artísticas inmersivas”, se puede leer en el sitio web que presenta la exhibición.
La instalación luminaria estuvo a cargo de Nicolas Valette del estudio The 4Eleven, quien tuvo como objetivo destacar la arquitectura interna iluminando las altas paredes y creando efectos de fondo, para que además de las proyecciones en techos, paredes y agua, los visitantes pudieran apreciar el espacio y los detalles de la histórica construcción.
La zona acuática fue oscurecida por lonas gigantes que sirven de superficies de proyección y se añadieron pasarelas sobre las cuencas para facilitar el acceso y aumentar los puntos de vista. Además de esta sala, destaca la llamada ‘El Cubo’, una habitación aislada y a prueba de ruido en la que se exhiben instalaciones de luz que transforman las paredes de hormigón en espacios multidimensionales con vistas que simulan ser infinitas.
Por Daniela González
Este es un artículo de la edición 122 https://inmobiliare.com/inmobiliare_v2/inmobiliare-122/