Digitalización y urbanización: construyendo ciudades inteligentes

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Gemelos digitales, tecnología que reduce hasta 35% los costos de construcción

Existen dos tendencias que están revolucionando el mundo: urbanización y digitalización. Hoy en día las ciudades pueden utilizar la tecnología para apoyar sus tareas crecientes, mediante redes de comunicación y datos. Sin embargo, es necesario garantizar que la infraestructura sea competente para nuevas tareas.

Los servicios públicos municipales, los operadores de redes de telecomunicaciones, los hospitales, las empresas de transporte público, el comercio, la industria, la administración de instalaciones, entre otros; tienen que adaptarse cada vez más a los nuevos desafíos asociados al uso inteligente de datos.

De acuerdo con R&M (Reichle & De-Massari), entre más rápido sea el flujo de información, más inteligentes se utilizarán los datos y más inteligente se volverá la ciudad; por ejemplo tanto la Smart City Expo en Barcelona, como el Smart City World Congress en Sydney, han confirmado recientemente estas altas expectativas. 

Las ciudades para convertirse en ciudades inteligentes requieren: mejorar la red de personas, empresas, educación, etc.; optimizar la calidad de vida, la seguridad y el servicio automatizar las tareas administrativas; mejorar la aplicación de los recursos y las huellas de carbono.

El Instituto Global McKinsey estudió 30 indicadores de calidad de vida urbana y concluyó que “la tecnología inteligente puede mejorar cada aspecto de estas áreas en un 10 a 30 por ciento”.

Algunas opciones técnicas y aplicaciones muy interesantes se están probando o de hecho ya se están utilizando en algunas parte del mundo, por ejemplo: vigilando e influyendo en la calidad del aire, el consumo de agua y energía en tiempo real. 

Además, ciudades como Santander y otras ciudades de España, guían automáticamente el tráfico a través de la ‘señalización digital’, que acorta el tiempo para que las personas encuentren espacios de estacionamiento y reduce la congestión del tráfico. 

Otros avances tecnológicos son los botes de basura que informan de su estado para que los servicios de eliminación de desechos puedan optimizar sus rutas. Mientras que las  luces de la calle se convierten en los pilares inteligentes de sensores ambientales, cámaras, WiFi y antenas 5G, así como estaciones de carga para scooters eléctricos y automóviles eléctricos.

Asimismo, la tecnología de ‘realidad aumentada’ guía a los turistas a través de las principales ciudades del mundo, brindándoles información sobre cómo viajar.

En el futuro, existirán millones de sensores  en las calles y edificios, generando datos para su análisis y optimizar en la gestión de la ciudad. En el proyecto modelo portugués “Valle del PlanIT”, se supone que cada residente usará un promedio de más de 400 sensores, esto permitirá la generación de imágenes digitales de ecosistemas urbanos.

Mientras que la tecnología de los autos necesita precisamente de un ecosistema de red porque no son completamente independientes; ya que se basa en el intercambio de datos permanente, sin restricciones y casi en tiempo real con carreteras, infraestructura, otros usuarios de la carretera y el medio ambiente. 

La tecnología móvil 5G podrá ayudar a cambiar la dinámica de las ciudades ya que aumenta la velocidad de comunicación de datos entre vehículos, teléfonos inteligentes, máquinas, centros de datos, edificios, sensores, dispositivos y varios controles de 50 a 100 veces. El 5G puede proporcionar una respuesta casi en tiempo real a una latencia muy baja, y puede usar un rango de frecuencia más alto al tiempo que aumenta la capacidad de frecuencia. Sin embargo, la premisa para esto es que, por un lado, es necesario crear celdas pequeñas con casi diez veces más cobertura de radio que hoy. Esto sucederá especialmente en el centro urbano en evolución. 

Otro aspecto importante es la provisión de conexiones de fibra óptica (FO) entre todos estos nuevos sitios de antenas y la red existente, así como la expansión central de la capacidad de la red central en tecnología FO para poder manejar grandes flujos de datos. 

No obstante, cuando se habla de ciudades inteligentes, a menudo se pasa por alto un aspecto clave, que es la conexión física, el cableado entre las antenas, el tablero de distribución de energía y el centro de datos sobre y debajo del asfalto. Los cables forman la base de una ciudad inteligente. Sin acceso a Internet, la tecnología inteligente no podrá transferir datos. 

De hecho, la red es parcialmente inalámbrica entre el usuario final y la red. Pero desde la primera antena receptora del lado de la red, el cableado FO moderno es absolutamente necesario. 

TechTarget News Service escribió: “Quizás el mayor desafío que enfrentan las ciudades inteligentes es la complejidad de la conexión”. Mientras que el Instituto Global McKinsey enfatiza: “Antes de que una ciudad pueda ser inteligente, tiene que estar conectada en red.”