Diseñar es predecir el futuro: neuroarquitectura

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La neurociencia es un campo de estudio que recientemente ha tomado relevancia. Cada vez más áreas convocan a esta especialidad para mejorar sus resultados, ya que implica el estudio del sistema nervioso y todos sus aspectos.

El diseño y la arquitectura no están al margen de esta nueva tendencia, surgiendo con ello una nueva rama de investigación, la ‘neuroarquitectura’, que busca entender la influencia psicoemocional de los lugares en las personas, lo que lleva a los arquitectos y creadores al reto de generar espacios wellness, que incentiven la felicidad, el bienestar y la productividad.

Juan Carlos Baumgartner, director de la afamada firma de arquitectura SpAce, es uno de los precursores de la neuroarquitectura en México; se empezó a interesar en la rama porque está convencido que ‘diseñar es predecir el futuro’.

Cuando diseñas, tienes que diseñar para adelante y la gran mayoría de las herramientas que tenemos es un espejo retrovisor; cuando llegas con un cliente, toda la información que te da para su proyecto es de lo que ha vivido, todo es para atrás, y tenemos muy pocas herramientas para ver hacia el futuro” comenta en entrevista para Inmobiliare.

En esa búsqueda de conocimiento el arquitecto se involucró con el trabajo de la Universidad Singularity, institución académica de Silicon Valley, cuya finalidad es reunir, educar e inspirar a grupos de profesionales para que se esfuercen por comprender y facilitar el desarrollo exponencial de las tecnologías, capaces de cambiar o transformar modelos económicos. Algunas de estas son: la informática, computación cuántica, impresión 3D, robótica, inteligencia artificial, biotecnología, nanotecnología, tecnología blockchain y neurociencia.

De acuerdo con Baumgartner, las investigaciones de la neuroarquitectura están demostrando que el cerebro está configurado para reaccionar de manera específica cuando entra en contacto con espacios ‘estéticos’. Mientras que para él, la belleza es un constructo social completamente subjetivo, la ‘estética’ mantiene una configuración específica en el cerebro y se encuentra ligada a un mecanismo de sobrevivencia.

Por ello, SpAce se ha interesado cada vez más en el tema, generando alianza con un laboratorio de neurociencia en Canadá, para llevar las teorías científicas al mundo real del diseño. Entre las metodologías que han implementado está la denominada ‘AWE’ que hace referencia al asombro mezclado con miedo, “es una emoción, prefijo de muchas palabras como awesome, que en español se entiende como recogimiento. Lo que sucede con el sentimiento de AWE es que se convierte en un estado mental. […] Cuando por ejemplo ves la naturaleza, como el Gran Cañón, la reacción que tiene tu cuerpo es primero el sentimiento de AWE, que literalmente es asombro y luego el cerebro empieza a actuar, pasando la actividad al córtex prefrontal, lo que te hace sentir pequeño ante la grandeza de la naturaleza, y cuando te encuentras con algo así te vuelve más empático”.

El arquitecto asegura que hay mecanismo que generan una sensación de bienestar y que se pueden implementar en el diseño como la sección áurea, donde estudios apuntan a que el cuerpo en contacto con dicha forma segrega serotonina.

Aspectos clave como la iluminación, techos, colores, texturas o áreas verdes, influyen en las emociones, actitudes y decisiones de las personas, y puede impactar de manera positiva o negativa.

“Hay muchas cosas que se pueden hacer desde color, iluminación, circulaciones, sacar de contexto cosas. Elemento que utilizamos muchísimo en el diseño” afirma el arquitecto. “Lo peor que se puede hacer es que un espacio sea aburrido”, ya que la parte que regula ese sentir es la misma que regula el dolor, por eso, la firma explora la manera de plantear espacios divertidos, como en el proyecto de oficinas de RedBull que incluyó un jardín con columpios como sala de juntas.

Dicha metodología SpAce la ha implementado en distintos proyectos de grandes compañías como Google, Amazon, Oracle, Sekura, Scotiabank y Faurecia, entre otras.

Por Xareni Zafra

Este es un artículo de la edición 120 https://inmobiliare.com/inmobiliare_v2/inmobiliare-120/