Los efectos provocados por la pandemia actual han llevado a los gobiernos e industrias globales a pensar estrategias dirigidas a la pronta recuperación económica, pero también han hecho evidente el menester de crear nuevas prácticas industriales, operacionales y de urbanismo.
Un ejemplo de ello es la consultora Agritecture, la cual lanzó la plataforma ‘Agritecture Designer’ que permite diseñar ajustes para que edificios y otros espacios funcionen como granjas urbanas.
La firma con sede en Brooklyn, Nueva York, destaca que la importancia de introducir este nuevo modelo de cultivo en las grandes urbes, forma parte de una corriente que se enfoca en el diseño de construcciones que integran ambientes más naturales en la vida cotidiana de sus residentes, conocida como ciudades biofílicas.
Está basada en la idea de que los seres humanos tienen una necesidad innata de conectar con la naturaleza. De acuerdo al especialista en comunidades sustentables, Peter Newman, los citadinos buscan estar en contacto con la naturaleza pues esto los ayuda a ser más saludables y productivos.
Actualmente, las metrópolis enfrentan grandes retos derivados del cambio climático, por lo que incorporar en ellas bosques y naturaleza en la construcción de sus edificaciones, puede contribuir a la disminución del aumento en las temperaturas.
Agritecture resalta que a nivel mundial, Singapur ‘Garden City’ es un ejemplo de ciudad biofílica, pues ha logrado resolver el problema de acomodo residencial de una población densa y en crecimiento, a la par que incluye un sistema de protección y cultivo de la naturaleza.
Desde 2008, Singapur ha hecho mandatorio que los nuevos desarrollos contemplen jardínes verticales, así como techos y paredes verdes.
Por otra parte, las granjas urbanas en Singapur han sido de gran ayuda en la producción y abastecimiento de alimentos durante la crisis sanitaria por Covid-19, por lo que el gobierno liberó un fondo de 30 mdd para ayudar a que los plantíos locales aumenten su producción durante los próximos 24 meses.
Además, la compañía Comcrop, pionera en la instalación de urban farms en azoteas como la del Edificio Scape, ubicado en Orchard Link, ha anunciado que busca aumentar el número de establecimientos en la región asiática.
El diseño biofílico comenzó a popularizarse a partir de la Cumbre de Estocolmo, realizada en 1972, y desde entonces ha evolucionado su fusión en espacios públicos, viviendas y oficinas.
De acuerdo al investigador Timothy Beatley, autor del libro ‘La Naturaleza de las Ciudades’, la biofília debe ser un modelo a seguir en los medios urbanos, superando las limitaciones que actualmente presentan el desarrollo sustentable, el crecimiento verde y las barreras socio-políticas del calentamiento global.
Hoy en día, existen proyectos de arquitectura biofílica que marcarán la tendencia de urbanismo para grandes metrópolis, como el edificio Rainbow Tree de Vincent Callebaut, un complejo de usos mixtos de 115 metros de altura, que albergará entretenimiento, residencias y oficinas, y que podría construirse en un futuro en Cebu, Filipinas.
De acuerdo a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos, para 2050 el 80% de la población mundial será urbana, por lo que estos nuevos paradigmas, resultan herramientas clave para mitigar el impacto ambiental, así como para mejorar la calidad de vida de los habitantes.