El pasado jueves 1 de marzo de 2018 marcó la fecha en la que se votó y aprobó en el Congreso de la Unión la Ley Fintech. Pero, ¿qué es la famosa Ley Fintech? ¿a quién aplica? ¿a quién beneficia? y ¿por qué es relevante para la industria inmobiliaria en México?
La Ley Fintech es aquella que regula a las Instituciones Financieras Tecnológicas –“ITF”-. Las ITFs comprenden a tres grandes grupos: 1) Plataformas de Fondeo
Colectivo o Crowdfunding; 2) Procesadores de Pagos y 3) Criptomonedas. En pocas palabras los tres grupos que comprenden a las ITFs representan a empresas que a través de la tecnología están revolucionando el mundo de las finanzas en México. Por poner algunos ejemplos, existen hoy plataformas de Crowdfunding que representan una
alternativa al financiamiento tradicional -la banca o fondos de capital-; Procesadores de Pagos que permiten que las transacciones electrónicas se hagan de manera más eficiente y las Criptomonedas, que replantean la forma en la que concebimos el dinero. Hasta antes de que se aprobara dicha ley, no existía una figura legal que reconociera y regulara a estas empresas. Esto representaba una limitante para el crecimiento de dichas empresas y un riesgo para los usuarios de las mismas.
Existe un fuerte vínculo entre el sector inmobiliario y el sector financiero. Desarrollar un proyecto inmobiliario requiere grandes cantidades de capital, y el proveedor de capital por excelencia ha sido el sistema financiero tradicional -llámese la banca, mercados públicos y grandes fondos de capital privado). Ahora, como parte de la cuarta revolución industrial, el sistema financiero tradicional está viviendo un proceso disruptivo con la aparición de nuevas tecnologías y empresas de tecnología financiera.
El crecimiento y desarrollo de las ITFs será relevante en la medida que impacte los vínculos y la manera en la que interactúan los desarrolladores inmobiliarios con estos
nuevos proveedores de capital y servicios. Si bien el alcance que hoy ofrecen las ITFs parece ser pequeño, el ritmo de crecimiento de las empresas tecnológicas suele ser exponencial y su impacto en las industrias siempre es subestimado. Ejemplos de esto hay muchos –Amazon vs los brick and mortar, Kodak vs la cámara digital, Netflix vs
Blockbuster, etcétera-.
Por Juan Carlos Castro, Briq.mx
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