Los jardines inteligentes son una tendencia que utiliza la tecnología y el Big Data para facilitar el mantenimiento de las áreas verdes o reducir el gasto energético y de consumo de agua.
De acuerdo con Ticpymes, estos se han vuelto populares debido a que los espacios exteriores ahora son más utilizados. Por ello, contar con herramientas que faciliten su mantenimiento es lo recomendable.
La automatización de los jardines puede ocuparse de tareas como cortar el pasto, a través de herramientas como el robot de STIHL iMOW.
Este dispositivo sigue un plan de trabajo programado y gestionando, tanto las horas de corte necesarias, el regado o cuidado, así como el estado de carga de su propia batería.
Los usuarios pueden controlarlo desde cualquier lugar, usando la aplicación móvil de STIHL en cualquier momento.
Ahorro energético
Una de las principales consecuencias del uso de sistemas de riego o iluminación es el incremento en el consumo energético.
Apostar por la automatización de estos espacios no solo nos permitirá ganar en comodidad, sino también en eficiencia y sostenibilidad.
La compañía tecnológica Loxone consideró en un comunicado que la flexibilidad de un sistema automatizado permite una gestión completa de los espacios.
“Contar con un apoyo inteligente, reduce el costo y el tiempo de mantenimiento”, detalló la firma.
Un ejemplo es el software Loxone Config, que ofrece diferentes funciones para controlar el riego y la gestión del agua, así como la protección solar.
Incluso, es capaz de regular el control del audio y la iluminación de los jardines, para hacer más amena las estadías de descanso de un hogar.
Big Data para el cuidado de los jardines inteligentes
Gracias a las soluciones basadas en el almacenamiento en la nube, el Big Data y el internet de las cosas, ya es posible conocer el estado de los jardines inteligentes, ya sea para su cuidado o estudio, en tiempo real.
Por un lado, firmas como STIHL o Loxone permiten que cualquier persona pueda monitorear el estado de sus áreas verdes, desde un dispositivo móvil.
Por el otro, el Big Data se puede utilizar para la enseñanza de estudiantes o para el apoyo de visitas guiadas de importantes jardines públicos.
Para este caso, existe la plataforma Nomad Garden, creada para investigar y divulgar el patrimonio botánico, valiéndose de las nuevas tecnologías 2.0.
El primer proyecto estudiado por el equipo fueron los “Jardines del Alcázar”, un conjunto histórico y artístico de España, declarado Patrimonio de la Humanidad.
Los integrantes analizaron durante dos años las 187 especies que habitan el lugar, generando más de un millón de datos de análisis.
Hoy, a través de la aplicación del recinto, se ofrece información sobre las plantas, proporcionando a los visitantes una forma diferente de aprender.