Las ventas de vivienda han mostrado un decremento en los últimos meses en Colombia, señaló la Cámara Colombiana de Construcción (Camacol). Tan solo, en el mes de abril se registró una caída del 62%, frente al mismo mes de 2022.
Guillermo Herrera, presidente del instituto, comentó que se comercializaron un total de 5,674 unidades, es decir, 11,117 menos respecto al periodo anteriormente mencionado. Así mismo, en los últimos doce meses (previos a abril del 2022) se vendieron 186,416 viviendas, lo que representó una disminución de 30 por ciento.
Por otro lado, las nuevas obras de construcción de propiedad VIS en abril se redujeron 39%, en comparación con abril del 2022, y el volumen de actividad que detuvo su proceso constructivo aumentó 30% anual en el primer trimestre del año.
Camacol enfatizó que la comercialización de propiedades se mantuvo a la baja por octavo mes consecutivo, al arrojar el pasado mes de mayo un 66 por ciento. Afectando directamente el flujo de caja de constructores y poniendo en riesgo puestos de trabajo que genera el sector.
Baja en venta de vivienda afecta a trabajadores de la construcción
Entre los años 2019 y 2022 del periodo enero-abril se creaban 46,567 puestos de trabajo, mientras que en este 2023 sólo se han generado 2,448, por lo tanto, se perdieron cerca de 44,119 empleos, representando una baja del 94.7 por ciento.
Ante la situación se estima que la generación de trabajos dejaría de vincular a 150,000 personas dedicadas a dicho sector. Además, se observa un descenso de insumos lo que golpearía principalmente a los pequeños empresarios o a la economía popular.
“Este ritmo de producción de vivienda en el país también empieza a afectar a otros sectores económicos. Los micronegocios y comercios mayoristas son los más afectados. Por ejemplo, el 20% del empleo cayó en el primer trimestre frente a 2020 en estos comercios”, indicó Guillermo Herrera.
El aumento en precio de materiales por el alza del dólar y situaciones gubernamentales internas son los dos factores principales que ponen en aprietos a los constructores, quienes recientemente pidieron apoyo al gobierno colombiano para solventar la problemática.