La contaminación causada por los procesos de logística tiene un impacto importante, especialmente por las emisiones de dióxido de carbono. Por ello, uno de los objetivos actuales del sector es alcanzar el equilibrio entre el negocio y el cuidado sustentable.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) estimó que el transporte de mercancías genera alrededor del 10% de las emisiones mundiales, principalmente por el tráfico de camiones.
Sin embargo, Iberdrola aseguró que esta actividad puede convertirse en el mejor aliado de la sostenibilidad en plena crisis climática.
“El sector logístico no se basa solo en el transporte y la entrega. Involucra otras actividades asociadas como almacenaje, suministro internacional, preparación de pedidos o provisiones de materias primas”, señaló Iberdrola.
Además, aseguró que hoy existe un escenario de creciente concienciación política y social por el cambio climático, así como una apuesta por la transición energética.
Para Iberdrola, muchas compañías buscan alcanzar una logística verde o ambiental, que minimice lo máximo posible, el impacto de la actividad.
“Para alcanzar esta meta es necesario modificar cada una de las etapas de la cadena logística para reducir emisiones y conseguir la transformación de estrategias y estructuras”, indicó la empresa.
Asimismo, consideró que la adaptación de una logística sostenible va muy ligada a la responsabilidad social corporativa de las empresas.
Las estrategias de sostenibilidad logística contemplan diferentes acciones como reducir plásticos en el empaquetado y minimizar el material necesario.
También se han adoptado tecnologías como softwares que miden en tiempo real las emisiones producidas para una mejor planificación de rutas y recursos. “Otra de las alternativas más habituales es la transformación del modelo a través del uso de las energías renovables”.
Centros logísticos “verdes” y plantas de hidrógeno
Disponer de una infraestructura sostenible implica establecer recursos y almacenar la mercancía de manera eficiente con el fin de emplear aquellos procedimientos que reduzcan la contaminación producida. Entre las acciones más relevantes destaca el uso de energías renovables para minimizar el uso de la luz eléctrica.
Un ejemplo representativo de esta iniciativa es el PPA (Power Purchase Agreement) que Iberdrola mantiene con Amazon en Estados Unidos. Esta tecnología garantiza el suministro renovable para las instalaciones y los centros logísticos y de distribución de la empresa de comercio electrónico.
Además del suministro de energía procedente de instalaciones renovables, las empresas logísticas pueden optar por el autoabastecimiento. Los almacenes suelen disponer de una amplia superficie, que resulta idónea para instalar paneles solares. La autosuficiencia permite cubrir así las necesidades de iluminación y climatización e incluso pueden generar energía para distribuir a otros usos.
Además, el grupo tiene previsto construir en el puerto de Felixtowe, Inglaterra, una gran planta de hidrógeno verde que, con una inversión de unos 170 millones de euros, contribuirá a la descarbonización del mayor puerto de mercancías del país.
La instalación entrará en funcionamiento en 2026 y suministrará hidrógeno a los vehículos y la maquinaria utilizados por el puerto, siendo capaz de alimentar hasta mil 300 camiones de hidrógeno verde, combustible no contaminante que también se empleará para los trenes que transportan las mercancías hacia el puerto.
Por Juan Rangel
Es un fragmento del texto Logística verde, la estrategia para lograr un sector sustentable de la edición 141 https://inmobiliare.com/inmobiliare-141/