En el dinámico mercado del Bajío, la demanda de propiedades ha experimentado un notable auge destacando como un polo de expansión y de atracción hacia esta zona. Querétaro, con su encanto histórico y crecimiento económico, arquitectura colonial y ambiente artístico, seduce y se erige como un imán para inversionistas y familias que buscan calidad de vida.

El Bajío mexicano se ha convertido hoy por hoy en el llamado “oasis inmobiliario”, ciudades como San Miguel de Allende, Guanajuato, San Luis Potosí y Querétaro, experimentan un sostenido y notado crecimiento en la demanda de vivienda, ya sea para uso residencial, turístico y comercial.

Según datos de la Asociación Mexicana de la Industria de la Construcción (AMIC) en el primer semestre del 2023, la inversión en la zona del Bajío para construcción creció un 20%, aunque a inicios del presente año, Guanajuato tuvo un inicio nada alentador, hecho que hoy día ha mejorado.

  • Este crecimiento es consecuencia de una serie de factores, entre los cuales:
  • El impulso que genera la inversión extranjera en el desarrollo económico de la región
  • La relativa cercanía con la Ciudad de México
  • Una calidad de vida mejor que se ofrece en esta zona media del país, con clima templado, variada gastronomía y creciente infraestructura por parte del gobierno estatal
  • Ubicación estratégica que la convierten en una de las zonas del país mejor conectadas

En la ciudad de Querétaro, el promedio de precio de una vivienda nueva se sitúa en los tres millones de pesos, Guanajuato en 2.5 millones de pesos, San Miguel de Allende es el que obtiene el costo mayor con cinco millones de pesos y San Luis Potosí en 2.7 millones de pesos mexicanos.

Edgar Romero Enriquez
Edgar Romero Enriquez, Integrante del Consejo Nacional de Vivienda SEDATU

Haciendo una comparación con la capital del país, la Ciudad de México, donde el promedio de una vivienda es de siete millones de pesos, la región del Bajío ofrece una oportunidad de inversión más accesible para el bolsillo de muchas familias. Además que la calidad de vida en esta zona es mejor ya que ofrece menor densidad poblacional y menos contaminación.

El crecimiento del desarrollo en el Bajío es un cúmulo de buenas noticias para la economía de la región, ya que, la inversión genera empleos y dinamiza la economía local. Aunado a esto, el aumento de la demanda de vivienda también beneficia a los propietarios de los inmuebles, ya sean, destinados a vivienda o comercial, esto por que pueden obtener un mayor rendimiento de su inversión.

Sin embargo es prioritario que el desarrollo urbano y su crecimiento se desarrolle de una manera, planeada, ordenada y sostenible, he aquí en donde entra la planeación de una Smart City, que no solo conlleva la implementación de tecnología pura, va más allá, en donde se genera más de un elemento en su estructura, por mencionar alguno, la gobernanza y participación en gobierno es prioritario para que todo esto funcione y se pueda garantizar que la infraestructura de la región pueda soportar el aumento de la población.

En este escenario, la clave para el inversionista radica en entender las particularidades de las regiones. Puntualizando, mientras que en el Bajío su encanto con su mezcla de tradición y progreso, las grandes urbes como CDMX, Guadalajara y Monterrey ofrecen una gama diversa de oportunidades. Este juego dinamiza el pensar del inversionista que con comparativos puede llegar a identificar el rol y potencial de cada mercado, para que se convierta en la llave del éxito de una inversión.

Por: Edgar Romero Enríquez, Integrante del Consejo Nacional de Vivienda SEDATU/ Vicepresidente Nacional Vivienda en COPARMEX,  CEO Grupo Oh México REMS | México

Es una columna de la edición 141 https://inmobiliare.com/inmobiliare-141/