El Consejo de la Ciudad de Oceanside aprobó por unanimidad el plan para desarrollar 140 townhomes en el antiguo campus de la Escuela Primaria Garrison, cerrada en 2019. El proyecto, ubicado en el vecindario de Loma Alta, transforma un activo público subutilizado en un conjunto residencial de densidad media con componentes de vivienda asequible e infraestructura comunitaria.
Las unidades irán de 1,320 a 2,100 pies cuadrados, con opciones de dos a cuatro recámaras en siete diseños distintos, apuntando a familias que buscan alternativas entre el departamento y la vivienda unifamiliar tradicional.
Proyecto Garrison: reconversión de suelo educativo a vivienda
El desarrollo incluye un parque de bolsillo de 10,900 pies cuadrados, accesible al público y financiado y mantenido por la asociación de propietarios. Este elemento funciona como amenidad para los residentes y, al mismo tiempo, como espacio abierto para el vecindario de Loma Alta.


Gordon Jones, vicepresidente regional de The True Life Companies, subrayó que la firma se especializa en vivienda asequible y de densidad media, un segmento clave en mercados como el condado de San Diego, donde la presión por precios y disponibilidad de suelo es constante.
La alcaldesa Esther Sanchez destacó que el desarrollador no pidió concesiones bajo la ley de bonificación de densidad de California, pese a cumplir con los requisitos para hacerlo, lo que fue leído como una señal de colaboración institucional y disciplina en el diseño del proyecto.
Vivienda asequible y aportaciones a la ciudad
El proyecto reserva el 10% de las unidades para compradores de ingresos moderados, conforme a los lineamientos del condado de San Diego. Además, el desarrollador aportará 1.8 millones de dólares al fondo de vivienda de la ciudad.
Con este esquema, el conjunto cumple con el nuevo mínimo del 15% de vivienda asequible en Oceanside, combinando unidades reservadas en sitio y contribuciones económicas para impulsar otros proyectos.
Desde la perspectiva de política de suelo, el caso Garrison muestra una fórmula mixta:
- Reconversión de un predio público previamente deficitario.
- Incorporación de vivienda asequible en un proyecto de iniciativa privada.
- Inyección directa de recursos al fondo local de vivienda.
Mejoras urbanas, movilidad y efecto fiscal
Más allá de las unidades habitacionales, el proyecto incorpora mejoras en movilidad y espacio público. Entre los compromisos asumidos se encuentran:
- Instalación de racks para bicicletas.
- Uso de plantas nativas en el paisajismo, reduciendo consumo de agua y mantenimiento.
- Mejoras peatonales en la intersección de Oceanside Boulevard y El Camino Real.
El estudio de impacto vial estima que el conjunto generará 973 viajes diarios, cifra que se considera manejable con las adecuaciones propuestas.
En términos de finanzas públicas, la fiscalización del proyecto calcula un valor de 108.8 millones de dólares y un superávit anual de 114,966 dólares para el fondo general de la ciudad. Esto contrasta con el déficit que generaba la escuela cerrada, cambiando un activo subutilizado por una fuente constante de ingresos municipales.
Lectura para mercado de vivienda e inversionistas
El desarrollo de los 140 townhomes en el sitio de la Escuela Garrison ofrece varias lecturas para el mercado:
- Los predios públicos infrautilizados pueden convertirse en anclas de vivienda de densidad media con impacto fiscal positivo.
- Los esquemas que combinan unidades asequibles, aportaciones al fondo de vivienda y amenidades públicas son cada vez más relevantes para lograr aprobación política.
- La decisión del desarrollador de no utilizar bonificaciones de densidad, pese a tener derecho a ellas, refuerza la percepción de proyecto “equilibrado” ante comunidad y autoridades.
Para inversionistas y desarrolladores, Oceanside se consolida como un ejemplo de cómo estructurar proyectos que sumen vivienda, mejoren infraestructura local y mantengan números positivos para la ciudad, en un contexto de alta demanda y presión regulatoria sobre la vivienda asequible en California.