Miami se prepara para reconfigurar de nuevo su skyline. Okan Tower, en el downtown, se convertirá en el edificio más alto de Florida al alcanzar casi 908 pies de altura, superando a la Panorama Tower —868 pies y 85 pisos— que ostenta el título desde 2018.
La torre, de 70 pisos, tiene apertura prevista para el segundo trimestre de 2027 y apunta al segmento alto del mercado con una mezcla de hotel, condo-hotel y residencias de lujo.
Okan Tower: diseño icónico y programa de usos mixtos
Desarrollada por el grupo turco Okan Group, la torre se distingue por su silueta curva inspirada en un tulipán, la flor nacional de Turquía. El proyecto, con una inversión cercana a los 500 millones de dólares, integra varios componentes:

- Hotel de 294 habitaciones operado por Hilton Hotels & Resorts.
- 236 unidades de condo-hotel.
- 163 condos tipo sky residences con vistas privilegiadas.
- Amplias amenidades enfocadas en lifestyle y hospitalidad de lujo.
La construcción inició en 2022 y alcanzó su punto medio en octubre. De acuerdo con Ana Povarchik, de Fortune Development Sales, la torre no sólo añadirá inventario prime, sino que tendrá un efecto simbólico: reposicionar el skyline de Miami con un nuevo referente arquitectónico y de altura.
Demanda internacional: Miami como refugio de capital
El perfil de compradores confirma el rol de Miami como destino de inversión global. Aproximadamente 80% de las ventas proviene de América del Sur, con participación también de compradores de Nueva York, Toronto y Turquía.
El ticket de entrada refuerza el posicionamiento en el segmento alto:
- Sky residences desde 1.25 millones de dólares.
- Unidades de hotel-condo desde 750,000 dólares.
Hasta ahora, el desarrollador reporta 62% del inventario vendido y expectativas de mantener el ritmo conforme avance la obra.
Para inversionistas internacionales, el atractivo combina:
- Ubicación en el centro de Miami, cerca de Brickell, puertos y ejes de negocio.
- Modelo condo-hotel, que permite uso personal y renta bajo operación hotelera.
- Exposición a un mercado con demanda sólida de renta turística y corporativa.
Amenidades: altura, experiencia y valor percibido
Okan Tower no busca competir sólo por metros de altura, sino por experiencia. La torre ofrecerá:
- La piscina en azotea más alta de Estados Unidos.
- Deck con vistas a la bahía.
- Centro de fitness, spa y teatro.
- Bodega y lounge exclusivo para propietarios.
Para el mercado de lujo, este tipo de amenidades no son accesorio: son parte del modelo de valor. Elevan el pricing power del proyecto, diferencian frente a inventarios más antiguos y generan una narrativa aspiracional que impulsa ventas y valorización potencial.
Altura, FAA y la lógica financiera (y de ego)
Miami concentra muchos de los edificios más altos de Florida, en gran medida por la ausencia de restricciones locales de altura tan estrictas como en otros mercados. El principal límite viene de la Administración Federal de Aviación (FAA), que restringe las alturas a 1,049 pies para garantizar operaciones aéreas seguras.
Para los desarrolladores, la altura se traduce en:
- Más unidades por predio.
- Mejores vistas en pisos altos, que soportan precios premium.
- Mayor ingreso potencial por metro cuadrado de suelo.
El alcalde Francis Suarez ha señalado que, además de la lógica financiera, el factor ego también juega un rol: la competencia por construir “el más alto” sigue siendo parte del juego simbólico entre desarrolladores y marcas.
En este contexto, Okan Tower balancea ambos elementos: se mantiene por debajo del límite de la FAA, pero lo suficiente para reclamar el título de edificio más alto del estado.
Implicaciones para el mercado inmobiliario de Miami
Okan Tower refuerza varias tendencias clave del mercado:
- Profundización de Miami como hub de lujo global, con fuerte demanda latinoamericana.
- Consolidación del downtown como polo mixto de vivienda, turismo y negocio, complementando a Brickell.
- Competencia entre proyectos por diferenciarse a través de diseño, altura y amenidades.
Para desarrolladores e inversionistas, el proyecto manda una señal clara: el mercado sigue premiando ubicaciones centrales, productos bien diseñados y propuestas integrales de hospitalidad y residencias, incluso en un entorno global más volátil.
En la próxima década, la pregunta no será sólo quién tiene el edificio más alto, sino qué torres logran combinar altura, diseño, operación hotelera sólida y una comunidad de residentes e inversionistas alineados con el nuevo perfil de Miami: capital global, lifestyle y ciudad vertical.