Los precios de la vivienda en Nueva York, Estados Unidos, tanto en compra como alquiler, experimentaron un aumento del 68% en la última década.

De acuerdo con Tom Di Napoli, contralor del estado, esta cifra superó el incremento registrado en cualquier otra ciudad del país.

Además, aseguró que la situación ha obligado a los ciudadanos a destinar hasta un 40% de sus ingresos para alojamiento. A nivel nacional, el promedio se sitúa en torno al 34%, siendo Nueva York la segunda cifra más alta, solo detrás de San Francisco, California.

Al respecto, la gobernadora del estado, Kathy Hochul, afirmó que se construyeron 800 mil nuevas viviendas durante la última década para solucionar esta crisis.

Por su parte, el alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, indicó que habrá 500 mil nuevos hogares antes de 2033.

No obstante, la Coalición Nacional de la Vivienda para Rentas Bajas aseguró que se necesitan más de 655 mil unidades solo para personas de bajos ingresos.

Asimismo, el informe destacó que, en los primeros ocho meses de 2023, los permisos de edificación disminuyeron en más del 80%, especialmente aquellos destinados a viviendas multifamiliares, con una caída del 91 por ciento.

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De acuerdo con Tom Di Napoli, contralor del estado, esta cifra superó el incremento registrado en cualquier otra ciudad.
Cortesía: The Continental
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De acuerdo con Tom Di Napoli, contralor del estado, esta cifra superó el incremento registrado en cualquier otra ciudad.
Cortesía: The Continental

Un amplio porcentaje de la vivienda en renta en Nueva York permaneció vacío

En 2021, más del 50% de los inmuebles con alquileres superiores a 2 mil 300 dólares al mes (38 mil 800 pesos mexicanos) estaban desocupados.

En cuanto a los inmuebles con precio de renta entre mil 500 y 2 mil 300 dólares, el 22.4% permaneció sin inquilinos.

Aunque el departamento abordó específicamente el periodo entre 2012 y 2022, destacó que más de 100 mil nuevos migrantes han llegado a la Gran Manzana desde la primavera de 2022.

Ante este escenario, las autoridades se han visto obligadas a ampliar los programas de asistencia de alquiler fuera de la ciudad para hacer frente al aumento de personas sin hogar y solicitantes de asilo.

“La falta de viviendas asequibles es identificada como el principal problema, con muchos espacios costosos permaneciendo vacíos. Esta situación exacerbó el problema de falta de viviendas y contribuyó al aumento de mendicidad, agravándose con la llegada de miles de nuevos migrantes”.