Se cae la venta de 120 tiendas JCPenney y sacude al net lease

El portafolio de 119 tiendas de JCPenney que iba a venderse por 947 mdd no cerró y quedó con fecha de caducidad. El caso muestra lo que en retail manda más que el storytelling: el costo de capital, el riesgo inquilino y la liquidez real del activo.

En retail, el drama no vive en el aparador. Vive en el contrato.

Cuando un portafolio “triple-net” (NNN) se cae a días del cierre, no es chisme corporativo: es señal de valuación, costo de capital y apetito real por riesgo.

Eso acaba de pasar con JCPenney. La venta de 119 tiendas por 947 millones de dólares a Onyx Partners no cerró y el propio trust vendedor dejó una ventana corta antes de que el acuerdo se termine. 

Lo que se rompió no fue una operación, fue una tesis

Copper Property CTL Pass Through Trust, el vehículo creado tras la bancarrota de JCPenney en 2020 para administrar y vender inmuebles del retailer, informó en un 8-K que la transacción “no cerró” y que, conforme al contrato, si el comprador no cierra a más tardar el 26 de diciembre de 2025, el acuerdo se termina. 

Retail Dive lo aterrizó con el dato operativo: el cierre se esperaba en septiembre, se pospuso varias veces y apenas el 9 de diciembre el trust todavía decía que “creía firmemente” que el cierre ocurriría el 22 de diciembre. 

Ese zigzag importa por una razón inmobiliaria: cuando el calendario se estira, el deal deja de pelear solo contra comparables. Empieza a pelear contra tasas, spreads y comités de crédito.

El precio fue el elefante en la sala desde julio

Cuando se anunció el acuerdo en verano, los inversionistas del trust ya cuestionaban el número. La cuenta rápida se volvió titular: promedio de 8 millones de dólares por tienda, al menos 2 millones menos que ventas previas facilitadas por el mismo vehículo. 

CoStar metió otra capa que en real estate pesa: el portafolio estaba modelado con cap rate de 10.37%

Eso no es “barato” por generosidad. Es “alto” porque el mercado está cobrando riesgo: concentración en un solo inquilino, dudas sobre desempeño operativo y, sobre todo, lo que el capital hoy exige para decir sí.

Triple-net no significa “cero riesgo”, significa “todo el riesgo se concentra”

En papel, un NNN suena perfecto: el inquilino paga impuestos, seguros, mantenimiento y capex. Retail Dive lo describe así para estas propiedades bajo leases largos. 

La trampa es que el riesgo no desaparece. Se concentra.

  • Si el inquilino está fuerte, el activo se comporta como bono con esteroides.
  • Si el inquilino flaquea, el “bono” se vuelve reestructura, renegociación o vacancia en un formato difícil de re-rentar.

Y aquí hay un detalle que el mercado no ignora: son leases de JCPenney. El flujo depende de la salud de una cadena que viene de Chapter 11 y sigue ajustando operación.

Retail Dive cita a un analista (Nick Egelanian) con tres hipótesis sobre el rompimiento: que los lenders se echaron para atrás, que el comprador se echó para atrás por valor del real estate, o que se echó para atrás por desempeño de JCPenney. 

El trust y Onyx no dieron explicación. Ese vacío también es información. 

Cuando un vendedor tiene deadline, el mercado lo huele

Este trust no opera como dueño patrimonial que puede esperar “el mejor momento”. Tiene mandato: vender. Retail Dive lo recuerda: el vehículo se creó para vender 160 tiendas y 6 centros de distribución, y su “misión final” es deshacerse de los activos lo antes posible. 

CoStar añade la presión: el trust tenía un deadline para vender “todo” hacia enero y eso empujó la decisión de vender en bloque. 

En mercados de capital, un deadline es como sangre en el agua.

No significa que el activo no valga. Significa que el comprador va a intentar capturar el spread entre urgencia y valor.

La lectura para real estate: el costo de capital manda más que el discurso

Aquí hay un aprendizaje que sí cruza frontera y aterriza en México.

En ciclos de tasas altas o crédito más selectivo, los deals se rompen por tres razones típicas:

1) Lenders pidiendo más equity

Si el financiamiento cambia condiciones a mitad del proceso, el comprador tiene que meter más capital o renegociar precio.

2) Due diligence encontrando “riesgo escondido”

En retail, eso suele vivir en: desempeño por tienda, cláusulas del master lease, obligaciones futuras, o fricción para re-tenanting.

3) El mercado repreció el riesgo y el cap rate ya no cuadra

Si el comprador modeló un rendimiento y el mercado se movió, la oferta deja de cerrar.

Este caso no revela el motivo exacto, pero sí deja claro el entorno: el deal venía arrastrando dudas de valuación desde el anuncio, se pateó varias veces y al final no cerró. 

México y LATAM: lo que un portafolio de anchors en EE. UU. te avisa

México no tiene el mismo mapa de department stores ni el mismo sistema de trusts post-bankruptcy, pero la mecánica es idéntica cuando se habla de:

  • venta de inmuebles con leaseback
  • retail con inquilino ancla
  • portafolios de cajas grandes en centros comerciales
  • valuaciones ligadas a flujo, no a “costo de reposición”

Tres implicaciones prácticas para fondos, FIBRAs, developers y operadores:

El inquilino ancla ya no es “seguro” por default

En centros comerciales, el ancla no solo paga renta. Jala tráfico y define mezcla comercial.

Si la historia del ancla se vuelve incierta, el riesgo se contagia a todo el asset: ocupación, rentas, renovaciones y cap rates.

El mejor “contrato” no arregla un mal activo

Un NNN con condiciones bonitas no rescata ubicaciones débiles o cajas demasiado especializadas.

Si el back-up plan es subdividir, reconvertir a last mile, entretenimiento, salud o educación, esa opcionalidad tiene que existir desde el underwriting, no cuando ya tronó el deal.

El dinero institucional se volvió más cínico (y eso es sano)

Las operaciones grandes ya no pasan por fe. Pasan por evidencia: ventas, tráfico, desempeño por unidad, y claridad sobre la salida. Retail Dive menciona que JCPenney en un trimestre reciente mejoró y fue rentable vs. el año anterior, pero también que las ventas venían cayendo y la compañía no da comp sales. 

Ese tipo de opacidad sube el costo del dinero. Punto.

Lo que falta para cerrar el rompecabezas y por qué importa

Falta el dato clave: por qué Onyx no cerró.

El trust dijo que no cerró y puso fecha límite. Nada más. 

Retail Dive reportó que Copper no quiso comentar y Onyx no respondió. 

Ese hueco importa porque define el siguiente capítulo:

  • Si fue tema de lenders, el mercado de crédito está más duro de lo que parecía.
  • Si fue tema de valuación, el precio “limpio” de anchors NNN con un solo tenant se sigue comprimiendo.
  • Si fue tema de desempeño del retailer, el riesgo inquilino vuelve a dominar cap rates.

Las señales que hay que vigilar en 2026

  • Si el trust extiende plazos otra vez o cambia estrategia, vas a ver si el mercado realmente convalida el precio o exige más descuento. 
  • Si aparecen ventas individuales (en vez de portafolio), es señal de que el bid-ask spread sigue abierto. 
  • Si se reactiva el apetito por NNN retail con mejores términos, el capital te va a decir dónde se siente cómodo: inquilinos más fuertes, ubicaciones más líquidas, formatos más reusables.

El punto fino: en retail real estate, la “historia” vende, pero la tasa manda. Y cuando la tasa manda, solo sobreviven los activos con flujo defendible y salida real.