La construcción es uno de los sectores más propensos a accidentes laborales en México; un accidente en obra representa un riesgo directo a la vida de las personas, sumado a que genera retrasos significativos e inclusive puede derivar de clausuras del proyecto, pérdida de reputación y sanciones económicas.
En 2024 se registraron 22,034 accidentes de trabajo en este sector, de los cuales 409 resultaron en una incapacidad permanente y 51 en defunciones, según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Esto equivale a más de 60 accidentes diarios en todo el país.
De acuerdo con ESCALA, existen cuatro documentos importantes para llevar un control exhaustivo de los puntos de seguridad en el sitio de construcción:
- Manual de seguridad: Establece lineamientos generales para cualquier proyecto. Integra normas oficiales mexicanas (NOM), recomendaciones de Protección Civil, requisitos de EPP y procedimientos de ingreso. Es un anexo obligatorio en los contratos.
- Reglamento de seguridad del proyecto: Se personaliza por obra. Resume puntos críticos específicos, como zonas de riesgo, instalaciones especiales, vialidades internas o restricciones climáticas.
- Instructivo de Protección Civil: Emitido por la autoridad municipal al aprobar la licencia de obra. Establece condiciones específicas de seguridad que deben cumplirse.
- Catálogo de sanciones: Clasifica faltas (leves, graves o críticas) y detalla consecuencias, desde advertencias hasta amonestaciones, penalizaciones económicas o retiro de personal.

Riesgos más comunes en las obras de construcción
Si bien los contratistas tienen clara la importancia de la seguridad, el no tener protocolos adecuados se puede traducir en condiciones de alto riesgo. De acuerdo con ESCALA, estos son los seis riesgos más comunes.
- Escaleras mal instaladas o incompletas
- Falta de barandillas o señales en altura
- Almacenamiento inadecuado de materiales
- Líneas de vida deficientes
- Falta o mal uso de equipo de protección personal
- Zonas sin señalización
“Estas fallas suelen derivarse de la prisa, la alta rotación de personal, falta de capacitación o simplemente una débil cultura de seguridad en obra”.
La empresa enfoca en la administración profesional de proyectos de construcción cuatro pilares importantes para prevenir accidentes y reforzar la seguridad:
- Acceso controlado: Solo ingresar trabajadores dados de alta en el IMSS y con EPP completo.
- Supervisión en sitio: Los “seguristas” tienen que recorrer la obra, detectar desviaciones, emitir informes y recomendar acciones correctivas.
- Capacitación continua: Impartir charlas de seguridad diarias o semanales, adaptadas a la rotación del personal.
- Gestión de incidencias: Llevar un registro detallado de desviaciones, con informes diarios y sanciones documentadas.
- Evaluaciones periódicas a contratistas: Revisar su cumplimiento cada semana o quincena, con posibilidad de restringir el acceso si no se corrigen faltas.