La arquitectura sustentable ya no es una opción sino una tendencia en la que avanzan la mayoría de los estudios a nivel mundial. 

De acuerdo con Hugo Torres, director de QE2 Construcciones, este 2024 hay temas urgentes al pensar un proyecto inmobiliario, destacando el cuidado del medio ambiente y de los recursos naturales, la reducción al máximo de las emisiones de gases de efecto invernadero y la disminución del consumo de energía.

Para el directivo, una de las tendencias este año es la arquitectura sensible al clima, que se centra en aprovechar la luz solar, el viento y la vegetación. Este factor será clave para reducir la dependencia a la iluminación artificial, la calefacción y la refrigeración.

“Este enfoque no solo minimiza el consumo de energía, sino que garantiza la comodidad y el bienestar de los ocupantes”.

Además, se incorporarán más temas de “biofilia”, es decir, la conexión estrecha con la naturaleza para garantizar salud y confort emocional. En este diseño, el uso de siluetas y formas botánicas en lugar de líneas rectas es fundamental y establece relaciones visuales entre luz y sombra.

“La estrategia principal es incorporar las características del mundo natural en los espacios construidos. Destacan elementos como la madera y la piedra, especialmente con sus vetas expuestas”.

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La arquitectura sensible al clima, que se centra en aprovechar la luz solar, el viento y la vegetación.
Cortesía: Paneles ACH

Arquitectura autosuficiente y nuevas tecnologías

Para lograr la autosuficiencia dentro de la disciplina, el experto tomó en cuenta al menos tres componentes claves:

  • Agua que pueda ser captada, almacenada y tratada
  • Energía que se recupere de fuentes inagotables como el sol, el viento, el mar y la tierra
  • Alimentos para que las ciudades puedan tener áreas agrícolas en huertos urbanos

Otro aspecto fundamental es la implementación de robótica en la arquitectura, mediante programas, softwares y robots especializados para la construcción.

“Desde la planificación y diseño hasta la edificación y el mantenimiento, la tecnología permite a los arquitectos trabajar de forma eficiente, reducir costos y mejorar la calidad de los inmuebles”.

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La arquitectura debe considerar el uso de materiales producto de residuos de la construcción y demolición de las obras.
Cortesía: PXhere

Construcción a partir de residuos (RCD)

La arquitectura debe considerar el uso de materiales producto de residuos de la construcción y demolición de las obras.

“La idea es reutilizar al máximo el concreto, cerámica, piedra y mortero, a fin de entrar en un ciclo de economía circular. Esto no sólo es bueno para el medio ambiente, sino que también tiene beneficios económicos y un impacto social alto”.

Además, este proceso de reciclaje crea oportunidades de trabajo y reduce la cantidad de residuos que se envían a los basureros.

“En un momento tan crítico para los ecosistemas del mundo, es vital trabajar en pos de una arquitectura ambientalmente consciente y cada vez más son las empresas y profesionales que la están poniendo en práctica”, finalizó.