Banco Azteca: innovación bancaria e inclusión financiera como infraestructura

Banco Azteca fue reconocido por World Finance como la “Compañía Más Innovadora en la Industria Bancaria 2025”, no por una app puntual, sino por un modelo que combina inclusión financiera, productos masivos y procesos digitales estandarizados. Su enfoque muestra que la innovación estructural en banca puede escalar millones de cuentas, ampliar el acceso al crédito y construir confianza institucional en mercados emergentes como México.

En el discurso de la innovación financiera, la conversación suele girar en torno a apps, algoritmos y experiencia de usuario.

Sin embargo, los cambios más profundos en la banca no son solo tecnológicos, sino estructurales: productos, procesos y sistemas que amplían el acceso, fortalecen la resiliencia y construyen confianza.

Ese ha sido el enfoque de Banco Azteca desde su origen: diseñar una arquitectura bancaria que integre la inclusión financiera como parte del modelo de negocio, no como programa paralelo.

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Innovación estructural, no solo digital

Durante años, la exclusión financiera en México se asumió como un dato del entorno.

Banco Azteca operó con una tesis distinta: si el modelo se construye para atender a segmentos históricamente desatendidos, la inclusión puede ser rentable y escalable.

World Finance lo reconoció como la “Compañía Más Innovadora en la Industria Bancaria 2025”, no por una funcionalidad específica, sino por el uso de la innovación como infraestructura: cómo se diseñan los productos, cómo se distribuyen, qué riesgos se asumen y cómo se integran canales físicos y digitales.

Productos masivos como plataforma de inclusión

Casos como Guardadito y SOMOS ilustran el enfoque:

  • Guardadito acumula más de 24 millones de cuentas activas. Es un producto de ahorro masivo que permite bancarizar a segmentos que tradicionalmente operaban solo en efectivo.
  • SOMOS atiende de manera integral a más de 680 mil mujeres, combinando servicios financieros con acompañamiento y herramientas para fortalecer su capacidad económica.

A estos se suman Guardadito Amigo y Sin Fronteras, diseñados para migrantes y refugiados.

No solo facilitan el envío y administración de recursos, también formalizan relaciones financieras que antes quedaban fuera del sistema regulado.

El resultado es un ecosistema de productos que reduce fricción de entrada, amplía la base de clientes y genera datos transaccionales útiles para crédito y evaluación de riesgo.

La tecnología como columna vertebral del ecosistema

La aplicación de Banco Azteca se ha convertido en una de las plataformas de banca digital más grandes del país, con más de 23 millones de usuarios.

Hoy:

  • Dos terceras partes de las transacciones se realizan por canales digitales.
  • La apertura de cuentas de ahorro se hace mayoritariamente en línea.

La clave está en el diseño para usuarios primerizos: una app pensada para quien entra por primera vez al sistema bancario, con una transición fluida entre sucursal y canal digital.

No es solo UX, es una estrategia de incorporación gradual al sistema financiero formal.

Innovación en crédito: procesos unificados y datos accionables

El Proceso Unificado de Originación de Préstamos estandarizó la solicitud de crédito en todos los canales.

Los efectos son claros:

  • Las aplicaciones de crédito crecieron 231%.
  • El 68% de los préstamos se originan ya de forma digital.
  • Más de la mitad de los pagos se realizan dentro de la app.

Esto no solo mejora eficiencia operativa.

Redefine el acceso al crédito al simplificar el proceso, reducir tiempos de respuesta y permitir seguimiento en tiempo real.

También genera un historial digital que fortalece la evaluación de riesgo y abre la puerta a modelos de scoring más precisos para segmentos de bajos ingresos o informales.

Confianza como innovación institucional

La innovación de Banco Azteca no se agota en productos o tecnología.

El programa Apoyar Nos Toca muestra otra dimensión: construir legitimidad y relevancia social.

Al canalizar recursos hacia causas meritorias, el banco ha generado más de 50 millones de impactos orgánicos en 2025 y ha transformado el patrocinio de nicho en una infraestructura de confianza.

En mercados donde la distancia entre banca y población es histórica, este tipo de iniciativas fortalece la relación con comunidades y refuerza la permanencia de la marca.

Lecciones para las finanzas globales

El modelo de Banco Azteca ofrece varias lecciones para sistemas financieros en mercados emergentes:

  • La innovación más poderosa no siempre es la más vistosa, sino la que se vuelve permanente, replicable y resiliente.
  • La inclusión financiera es más efectiva cuando se integra al modelo de negocio, no cuando depende solo de programas temporales.
  • La combinación de transformación digital, diseño de productos inclusivos y procesos robustos puede ampliar acceso sin sacrificar sostenibilidad financiera.

En un entorno de transformación digital acelerada, el reto para la banca global no es solo lanzar nuevas apps, sino construir arquitecturas que empoderen en lugar de excluir.

La experiencia de Banco Azteca muestra que, cuando la innovación se piensa como infraestructura, es posible escalar servicios financieros, reducir brechas y fortalecer al mismo tiempo el desempeño comercial y el impacto social.

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