El último panel estuvo a cargo de María Laura Rojas, CRDC MÉXICO; Luis de Potestad, ex subsecretario de Turismo y Consultor en desarrollo de Proyectos Turísticos; Christine Elizabeth Mccoy Cador de la Universidad del Caribe; y Jorge Castañares de XPERTHA CAPITAL, como moderador.

Como tema principal se conversaron los paradigmas de las ciudades circulares y la importancia que el cuidado al medio ambiente tiene en él. Jorge Castañares comentó que este novedoso concepto propone sustituir el modelo lineal de fabricar, consumir y desechar, por un enfoque multi-R, que significa repensar, rediseñar, refabricar, reparar, redistribuir, reducir, reutilizar, reciclar y recuperar.

Para que una ciudad logre implementar dicho concepto en la práctica, es fundamental el uso de energías limpias, sistematizar procesos, implementar huertos urbanos y diseñar entornos que faciliten el uso eficiente de recursos naturales que sean amigables con la reutilización de residuos, entre otras cosas.

“Una ciudad circular podría reducir más del 90% de la producción de residuos industriales. Para el 2050 se estima que en México se habrán construido alrededor de siete millones de viviendas que generarán 25 millones de toneladas de gas efecto invernadero”.

A su vez, Christine Elizabeth, detalló que para entender lo que es una ciudad circular, primero habría que entender lo qué es la economía circular.

“Es un círculo de economía y consumo, un sistema que lo que busca es la reducción de residuos, una eficiencia en los procesos productivos y una relación entre los distintos actores”.

Asimismo, comentó que las ciudades deben contar con ciertos factores para considerar circulares, entre los que destacan: construcción inteligente, recuperación de residuos y movilidad.

Mientras que María Laura Rojas, explicó la tecnología implementada por CRDC MÉXICO para la separación y buen manejo de residuos sólidos, principalmente del plástico denominado no valorizable. “Hoy en día a nivel mundial solo se puede procesar el 9.5% del plástico a nivel mundial, el resto, es decir el 90.5% es no valorizable y nuestra tecnología justamente se enfocó en ver cómo podíamos aprovechar ese plástico”.

Ante dicha situación, la compañía creó esta tecnología para formar un aditivo para concreto, el cual es implementado en la industria de la construcción. Cabe destacar que CRDC MÉXICO, también busca certificarse para cumplir con los estándares y normativas de construcción que exigen las entidades a nivel mundial.

Este es un fragmento del artículo REB + Summit Tulum: Destino de oportunidad para el desarrollo inmobiliario de la edición 130 https://inmobiliare.com/inmobiliare-130/