A pesar de la fuerte demanda de espacio industrial en México, impulsada por el e-commerce y el nearshoring, la construcción de nuevas naves tuvo una caída del 23% durante el primer trimestre de 2022, de acuerdo con Datoz.
Esta baja se ha originado por la cautela de los desarrolladores ante la inflación de los precios de los materiales y el desabasto de energía.
De enero a marzo de este año, se registraron 574 mil 121 metros cuadrados en arranque de obra en el país.
Este metraje corresponde a edificios que comenzaron el levantamiento de su estructura y no sólo en movimiento de tierra, lo que reafirma la posibilidad de que se concluya el proyecto.
“El Noreste y Norte concentran el 64% de la actividad nacional. Pero, es el arranque más bajo en cuanto a inicios de construcción de los últimos seis años”, informó la plataforma.
Falta de infraestructura desincentiva el desarrollo de espacio industrial
Sergio Mireles, director general de Datoz, señaló que las dos principales causas de esta caída son el alza en los precios de los materiales de construcción y el desabasto de energía.
En este sentido, señaló que las autoridades se han concentrado en la generación de energía eléctrica. Pero, han descuidado la inversión en infraestructura de transmisión y distribución para que llegue a los centros industriales, lo que termina por desincentivar el desarrollo de espacio industrial.
Respecto a los altos costos de los insumos, explicó que, los desarrolladores prefieren ser cautelosos en la construcción especulativa, puesto que las alzas son cíclicas.
“En este caso, si llega a bajar el precio de los materiales, el proyecto deja de ser competitivo frente a las naves que se construyeran con menores costos”, agregó.
Proyectos BTS ganan terreno en el mercado industrial
Del total de nuevas obras de espacio industrial, sólo el 49% (279 mil 841 metros cuadrados) son especulativas; el resto es del tipo Build To Suit (BTS) o construcción a la medida.
Por región, esta clase de proyectos representaron el 69% del total en el Bajío-Occidente; mientras que en el norponiente y noreste alcanzaron el 50% y 27%, respectivamente. En la zona centro dominó la construcción especulativa.
Pablo Quezada, socio y director de productos en Datoz, compartió que hay una marcada preferencia por la construcción de edificios tipo BTS, ya sea en venta o renta.
“El riesgo del negocio se reduce por medio de la garantía que ofrecen estos proyectos para que los inversionistas alcancen a amortizar los costos asociados con un nuevo desarrollo”, comentó.
Finalmente, Mireles subrayó que la caída en la construcción de espacio industrial, principalmente especulativo, ha ocasionado bajas en la disponibilidad.
Sin embargo, la alta demanda puede seguir dinamitando el mercado en cuanto a inicios de desarrollos a la medida.