El tercer y último informe del peritaje de la línea 12 del Metro de la Ciudad de México (CDMX) indicó que, fallas en las inspecciones y el mantenimiento fueron las “causas concurrentes” del colapso.

De acuerdo con información revelada por El País, el documento que la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, calificó como “tendencioso y falso”, también arrojó problemas de diseño, construcción y supervisión de la obra.

Aspectos que, “de haberse atendido, habrían evitado el colapso del tramo elevado que el 3 de mayo de 2021 dejó 26 muertos y un centenar de heridos”.

En junio y septiembre del año pasado, fueron publicadas las dos primeras partes del peritaje de la empresa noruega DNV Energy Systems.

Dichas investigaciones encontraron que el desplome fue resultado del pandeo de las vigas Norte y Sur, en el tramo entre las estaciones Olivos y Tezonco.

“Causas de raíz” del derrumbe 

La tercera entrega del estudio de peritaje de la Línea 12 fue marcado como confidencial por DNV y consiste en el análisis de las “causas de raíz” del derrumbe, por lo que va más allá de los motivos inmediatos previamente investigados.

En primer lugar, el diario español detalló que la empresa noruega halló fallos en el diseño, el cual “no se ceñía a lo que estipulan las especificaciones estadounidenses para la construcción de puentes, un estándar de referencia en el mundo”.

Por otro lado, la obra de ingeniería civil no fue certificada ante un independiente, como se suele realizar “conforme a las mejores prácticas de la industria”. 

Como tercer punto, se destacó que la instalación de los pernos comprometió la integridad de esta estructura: “En el tramo colapsado, indica DNV, dos de cada tres pernos pudieron no haber cumplido su función por estar mal colocados, mal soldados o, de plano, por faltar”. 

Finalmente, el peritaje apunta a una falta de mantenimiento e inspecciones. La firma asegura que no hay registro de que se hayan realizado los controles necesarios desde la inauguración en octubre de 2012, hasta siete años después.

Esto a pesar de que el manual de mantenimiento de la infraestructura indicaba realizarlas cada tres meses al inicio, luego semestral y anualmente. 

“DNV no recibió datos de dichas inspecciones entre 2012 y 2019 y no parece que se hubieran realizado”, sostuvo el informe.

“Inspección en mantenimiento no podría detectar fallas”, afirma Sheinbaum 

En el peritaje también resalta el análisis de los hechos sucedidos durante las últimas tres administraciones a cargo de la línea 12; entre ellas la de Marcelo Ebrard, responsable de la construcción entre 2006 y 2012. 

Así como la de Miguel Ángel Mancera (2012-2018) y la actual, de Sheinbaum (2018-2024), quien informó que su gobierno rompería la relación con DNV e iniciaría un proceso de demanda civil en su contra.

 

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 Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno (Imagen de Gobierno de la CDMX)

En conferencia de prensa, esta mañana afirmó que “ninguna inspección en el mantenimiento podría haber detectado una falla en el diseño. Hay muchos problemas que tiene el tercer reporte de DNV”.

Asimismo, explicó que los reportes de las acciones de conservación realizados durante su administración están abiertas al público. 

“Se hizo una primera revisión del mantenimiento, de la estructura. Permanentemente hay una empresa que hace una revisión. Las bitácoras son públicas”, dijo.

Más implicados en el colapso de la Línea Dorada

Respecto a los implicados en el derrumbe, DNV notificó que hizo 15 entrevistas para su investigación, 12 de ellas con trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo. 

“Sin embargo, solicitó otras cinco entrevistas con actores clave del consorcio constructor, como el director responsable de la obra y un perito, así como con el residente de la obra y otros empleados de una empresa contratista relevante. Pero las solicitudes no tuvieron respuesta”, detalló El País.

La infraestructura de la llamada Línea Dorada del Metro de la CDMX fue construida por el consorcio conformado por Ingenieros Civiles y Asociados (ICA), Alstom y Carso Infraestructura y Construcción (CICSA). 

Esta última, propiedad del empresario Carlos Slim, quien declaró estar “convencido de que desde su origen no tiene vicios”, sobre la línea 12, casi dos meses después del colapso.