La arquitectura regenerativa es una filosofía emergente que busca crear estructuras ecológicamente sostenibles que aporten algo más a la naturaleza.
Dicha tendencia no solo propone reducir el impacto ambiental de los edificios, sino revertir el deterioro provocado por el sector, creando un gran sistema proveedor de recursos y recuperando la armonía entre lo construido y lo natural.
El término fue acuñado por William McDonough y Michael Braungart en su libro “Cradle to Cradle: Remaking the Way We Make Things”, publicado en 2002.
Aunque reciente, esta actividad ya forma parte del trabajo de expertos en diseño y construcción. Ejemplo de ello es Ana Eugenia Vázquez, ganadora del concurso Contigo a la distancia, quien definió a la rama como “una forma de equilibrio con el medio ambiente, en vez de existir a costa de ella”.
Otro caso es Emmanuel Pauwels, cofundador del colectivo A Regenerative Place cuyo trabajo busca rediseñar los espacios hechos por el hombre.
“En la arquitectura regenerativa, el proyecto se ve como parte de la comunidad ecológica y no como una imposición en el paisaje”, indicó.
Reserva Santa Fe y sus avances en arquitectura regenerativa
Un ejemplo de este modelo de construcción es Reserva Santa Fe, proyecto ubicado en el Estado de México planeado para aportar más de los recursos utilizados para su edificación y operación, restaurando el ecosistema.
En entrevista para Inmobiliare, Martín Gutiérrez Lacayo, Director de Medio Ambiente y Sostenibilidad, aseguró que las obras han generado beneficios tanto ambientales como sociales, los cuales pueden leerse en su Reporte de Sostenibilidad 2024.
Uno de estos aportes son los trabajos de reforestación, permitiendo que los árboles dentro del complejo absorban hasta 10 mil toneladas de CO2 al año.
El abogado en derecho ambiental agregó que, en los últimos años, Reserva Santa Fe ha logrado la reproducción de especies vegetales y animales amenazados, como el charal o incluso axolotes que serán reintegrados al entorno. También la creación de un banco de semillas y la introducción de seis mil 500 herbáceas nativas.
Además, en los últimos tres años se han infiltrado cerca de 20 mil metros cuadrados de agua, utilizados tanto para la creación de tres cuerpos de agua como para el reabastecimiento de los mantos acuíferos.
Inclusión de pobladores en el plan de desarrollo
En materia social, Reserva Santa Fe genera empleo para pobladores locales, aprovechando conocimientos, tanto empíricos como académicos, en agricultura y botánica.
Ejemplo de esto, Gutiérrez Lacayo destacó el trabajo de Yazmin Santiago y Rosalio Gutierrez, encargados del invernadero donde se cosechan únicamente productos 100% orgánicos. Este opera bajo el programa de Bosque Comestible, que busca generar el 60% de la dieta de los habitantes.
“Vamos a crear invernaderos como este con nuestros vecinos, para que vengan y oferten a las familias del desarrollo. Serán productos sembrados con la misma técnica que nosotros aplicamos aquí”, compartió el abogado para Inmobiliare.
Finalmente, Reserva Santa Fe está en proceso de obtener la certificación Living Community Challenge, la cual evalúa el cumplimiento efectivo de normas sustentables estrictas.