Adquirir una casa, es de las acciones más significativas en la vida de una persona, ya que no solo implica una inversión financiera importante, sino que tiene un impacto emocional en su vida.

De acuerdo con Vanessa Pérez Solares, Project Manager de Reserva de los Jinetes, estos beneficios sensibles pueden brindar mayor felicidad y satisfacción al comprador.

Entre los principales, la experta destacó el sentimiento de pertenencia pues, tener un “hogar” y contar con un espacio propio fortalece la identidad y la autoestima.

Además, brinda al comprador un sentimiento de logro importante en la vida, experiencia que infunde orgullo y satisfacción.

“El proceso de búsqueda, negociación y compra de una vivienda es un hito que impulsa la autoestima y confianza. Sentir que se ha alcanzado una meta tan significativa puede tener un impacto positivo en la salud física y mental”.

Pérez Solares añadió que alquilar representa, en la mayoría de los casos, un lugar temporal, lo que puede generar ansiedad.

“Al comprar una casa, se crea un ambiente constante y predecible para uno mismo y para su familia. Esta estabilidad puede tener un impacto en el bienestar emocional”.

Seguridad tras adquirir una vivienda y crear comunidad

Por otro lado, la manager remarcó que la seguridad financiera que proporciona la propiedad de una vivienda es innegable.

“Saber que se tiene un techo y un activo que puede aumentar de valor con el tiempo brinda tranquilidad. Esta seguridad puede reducir la preocupación constante por el futuro”.

Otro punto que destacó fueron los lazos al establecerse en un vecindario de manera permanente, dando la oportunidad de construir relaciones personales.

Finalmente, aseguró que gran cantidad de personas aprovechan el fin de año para realizar la adquisición, debido a factores económicos y que se presentan en esta temporada.

“Es un excelente momento para ello, ya que pueden recibir el aguinaldo, bonos adicionales o fondos de ahorro, para dar un enganche o realizar trámites para un crédito hipotecario”.