Uno de los motores de crecimiento del país es el sector de la construcción, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), representó casi el 7% del PIB en 2019. Sin embargo, esta industria aporta actualmente más del 40% de los gases de efecto invernadero (GEI), por lo que los edificios sustentables se han convertido en una de las tendencias para enfrentar el cambio climático. 

En este sentido, el gobierno federal se sumó al movimiento internacional de compromisos de mitigación y adaptación ante el cambio climático para el periodo 2020-2030. Para cumplir con los objetivos de estos, se realizan acciones para reducir las emisiones de GEI entre un 22 y 36%. Esto a través de la construcción de edificios sustentables y el uso residencial de paneles y calentadores solares. 

Para reafirmar su compromiso, en septiembre de 2020, México emitió su bono sustentable vinculado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), por un monto de 750 millones de euros. Los recursos serán destinados al financiamiento del presupuesto alineado con la Agenda 2030 y los ODS. 

Con base en datos del Consejo Mundial de Construcción Sostenible, alrededor de 24 ciudades y estados en América Latina han adoptado medidas para mejorar la eficiencia energética de los edificios con el respaldo del Acelerador de Eficiencia Energética en Construcciones (BEA). Dos de estas ciudades se ubican en México: Ciudad de México y Mérida. Hasta ahora, la colaboración ha enfocado esfuerzos en acelerar la implementación de estos sistemas a nivel gubernamental, informó la Trane Technologies. 

En 2019, el 59% de todas las inversiones en eficiencia energética se canalizaron hacia el sector de construcción, de acuerdo con el Informe Mundial de Inversión en Energía 2020 de la Agencia Internacional de Energía (AIE).

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