Actualmente, Nuevo León es uno de los estados con el crecimiento e inversión inmobiliaria más importante en el país, una apuesta segura en cualquiera de sus sectores, gracias a que su economía es considerada una de las más estables del país y con gran potencial de desarrollo inmobiliario industrial con el efecto del Nearshoring.
Los tomadores de decisión en las empresas ya conocen la necesidad de reducir la huella de carbono, saben del factor reputacional que tienen sus contribuciones ante las problemáticas sociales modernas y no es necesario aclararles que cualquier nueva inversión en desarrollos inmobiliarios debe contar también con una visión “verde”.
De acuerdo con datos del gobierno, en tan sólo tres meses de lo que va del 2023, se han anunciado 46 inversiones relacionadas al Nearshoring en México, cuyo monto asciende a $13 mil 430 millones de dólares, lo que equivale a más del 70% de lo que representó la Inversión Extranjera Directa en el 2022. Nuevo Léon por su parte, prevé captar 9,000 mdd de inversión por nearshoring en 2023, de acuerdo con la Secretaría de Economía del Estado.
Un gran reto en el sector inmobiliario para el nearshoring es el que se requiere para ampliar la vivienda en las plazas con mercados industriales mexicanos. Se estima que el sector inmobiliario industrial tuvo un crecimiento en 2022, de alrededor de 3.5 millones de metros cuadrados nuevos en inventario.
De ahí la importancia atender la parte habitacional, ya que de acuerdo con datos del Registro Único de Vivienda (RUV), de enero a octubre del año pasado, la edificación de vivienda nueva sufrió una caída anual de 17.29%, con 111,998 unidades construidas en comparación con las 164,002 registradas en el 2021.
Para ello, la planeación debe ser una pieza clave en el crecimiento urbano. Las llamadas comunidades planeadas, tienen un papel preponderante, son las que modifican la manera en la que hoy se crean nuevos espacios, con amenidades muy diferenciadas que favorecen el crecimiento individual y familiar de una población, fomentan el balance en la vida diaria, la conciencia social y generan un sentido de pertenencia.
Un ejemplo de lo que pueden llegar a ser estas comunidades planeadas es la entrada de Tesla dentro del sector inmobiliario industrial en el municipio de Santa Catarina, Nuevo León, con la construcción de la primera gigafábrica en México, la cual se calcula tendrá una inversión 4.500 millones de dólares y será capaz de producir hasta un millón de autos eléctricos por año.
Santa Catarina es la puerta de Nuevo León, forma parte de la zona metropolitana de Monterrey, se ubica a sólo 20 kilómetros del centro citadino y cuenta con menos de 310,000 habitantes. Con la instalación de esta planta automotriz, el desarrollo de esta comunidad, puede ofrecer una nueva alternativa, con espacios que faciliten el desarrollo inmobiliario industrial y de vivienda para las personas y sus familias, así como generar la llegada de empresas extranjeras que busquen invertir en el país y particularmente en este municipio.
En el estado de Nuevo León, el desarrollo más claro de comunidades planeadas lo encontramos en la localidad de San Pedro Garza García, la cual cuenta con desarrollos que tienen en una sola área una edificación residencial, comercial y corporativa, los cuales concentran espacios integrales, funcionales y sustentables.
Aprovechar la coyuntura del nearshoring, planeando el desarrollo inmobiliario industrial y urbano en el municipio de Santa Catarina, integrando espacios residenciales, hoteles, comercios, áreas verdes e infraestructura, conjuntando una visión de diseño funcional con conectividad y seguridad, donde las casas, carreteras, parques, establecimientos comerciales, colegios y otras amenidades están cuidadosamente diseñadas, sentará las bases sólidas para lograr una comunidad moderna, la cual se convierta en un referente del estado y harán de este destino una gran oportunidad de inversión.
POR: PEDRO VALDÉS, DIRECTOR GENERAL DE ESCALA
Este es un artículo de la edición 137 https://inmobiliare.com/inmobiliare-137/
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