Fermaca, conocido por su red de gasoductos, está dando un giro hacia la infraestructura digital con Fermaca Digital City, un proyecto que busca acelerar el despliegue de capacidades de IA en México sobre una base de energía, conectividad y suelo preparado para data centers y servicios adyacentes.
En un contexto donde la IA intensiva en cómputo está limitada por capacidad eléctrica y agua, la tesis es clara: el nuevo “parque industrial” es un campus de cómputo con contratos de energía de largo plazo y acceso a redes de alta capacidad.
Un nuevo tipo de activo: campus de cómputo
El proyecto integra:
• Acceso a gas natural y energía con rutas para migrar a renovables.
• Backbone de fibra y conectividad, crítico para cargas de IA.
• Masterplan tipo “digital city” con espacios para data centers, empresas de tecnología y proveedores de servicios.
Esto coloca a Fermaca en la intersección de tres mercados: energía, infraestructura digital y real estate industrial/tecnológico.
Por qué importa para el mercado inmobiliario
1. Demanda de tierra “data center ready”
Terrenos con acceso garantizado a energía, gas y fibra pasan de ser “buenos parques industriales” a nodos estratégicos para AI compute. Eso implica otro nivel de valoración, contratos a larguísimo plazo y un perfil de inquilino más resiliente.
2. Capex intensivo, pero con contratos ancla
Los data centers de IA son proyectos de miles de millones de dólares en capex, pero muchas veces soportados por contratos de largo plazo con hyperscalers o grandes corporativos. Eso atrae capital institucional, pero eleva la vara de due diligence: permisos ambientales, agua, resiliencia climática.
3. Nuevo mapa de nearshoring
Si México quiere capturar no solo manufactura, sino también infraestructura digital, proyectos tipo Fermaca Digital City redefinen qué estados y qué corredores se vuelven relevantes. No basta tener naves, hay que tener megawatts disponibles.
Fermaca Digital City es, en esencia, un recordatorio para desarrolladores e inversionistas: el valor del suelo industrial y logístico ya no se define solo por carreteras y mano de obra, sino por la capacidad de alojar cómputo, datos y energía de forma sostenible.