Francisco González Pulido es un arquitecto mexicano con 30 años de experiencia profesional; sus 150 proyectos diseñados combinan la ciencia, el arte y la construcción.
Su interés por el mundo de la arquitectura nace desde un ángulo práctico que parte por ayudar a su familia.
“Crecí en el norte del país, mi padre tenía ranchos ganaderos agrícolas, ahí siempre hay necesidad por construir, ya sea un cobertizo o alguna nave industrial, por lo que empecé hacer cosas de carácter industrial con mi papá”, comenta el arquitecto en entrevista para Inmobiliare.
Aparte de descubrir su habilidad y gusto por la construcción, Francisco González se dio cuenta de que con la arquitectura podía combinar sus tres disciplinas favoritas: arte, ciencia y construcción.
“El formato artístico sigue siendo muy misterioso para mí, de dónde surgen las cosas que nos inspiran; el segundo es muy técnico, que realmente es científico, en el caso de mi trabajo muy matemático; y finalmente la realización de una idea en una obra construida”.
De acuerdo con Francisco González, no tuvo algún referente familiar que fuera arquitecto, él tomó la decisión de estudiar la Licenciatura de Arquitectura en el Tec de Monterrey porque podía combinar sus tres gustos.
Trayectoria basada en tenacidad y responsabilidad
En sus 30 años de carrera, Francisco González no se ha planteado las cosas porque sean fáciles de lograr o porque sean difíciles, “si algo me interesa soy muy tenaz”.
Eso lo caracteriza y lo ha llevado hasta ahorita a construir 30 proyectos, tanto en México como en otros países.
“Si me hubieran contado lo que significa ser arquitecto, sobre todo hacer una práctica internacional como la que tengo ahorita, yo creo que hasta cierto punto hubiera sido aterrador”.
Lo anterior lo expone por la responsabilidad que tiene un arquitecto no solo de diseño y construcción, sino también en temas culturales, horarios, reuniones, hasta negociaciones de contratos.
Ciencia, principal pilar de inspiración
El proceso creativo del arquitecto es el mismo al que desarrolló cuando era joven, “yo no pongo a la arquitectura al centro de mi trabajo, yo pongo a la ciencia”.
Por lo cual inmediatamente se pone a estudiar el clima, el contexto cultural y tecnológico, entre otros.
“Trato de buscar una respuesta lógica, práctica y funcional al problema, antes de pensar en la forma, es interesante como es ese proceso interactivo entre dibujar algunas cosas y resolver un problema desde un punto de vista casi científico”.
De acuerdo con él, cuando está conceptualizando la idea de un proyecto lo hace de manera manual, dibujando un boceto.
“Cuando estoy en una llamada con el cliente o me llega una carta pidiéndome algo, empiezo a dibujar en ese momento, no me espero, jamás me espero a que me coja la inspiración”.
Según lo dicho por él, se empieza a formar una idea de lo que quiere hacer, por lo que no genera varias alternativas; en sus 150 proyectos nunca hace variaciones de su concepto.
“Tengo que reconocer que pasa por algunos periodos en donde estoy reflexionando, cuando salgo a correr le doy vueltas a la idea que traigo, el hacer este tipo de ejercicio te ayuda porque se te oxigena el cerebro y se empiezan a resolver problemas”.
Asimismo, se acerca al séptimo arte para la inspiración de sus proyectos, sobre todo en la paleta de colores que tiene que utilizar un edificio.
“Cuando hablo de este tema me refiero a las emociones que quiero en texturas”, expresa Francisco González Pulido.
Posteriormente de todo el proceso de investigación, dibujo, así como de corrientes artísticas y de deporte, comienza hacer maquetas, dibujos digitales, modelos 3D, “rara vez estas cosas influencian la idea original, porque siempre es una idea firme”.
Francisco González tiene dos proyectos que no solo representan su trabajo, sino también la idea original de estos.
“Que el diseño se convierta en obra es muy difícil, y es porque la arquitectura está regulada por muchas fuerzas, hay muchos intereses desde lo económico, algunos políticos, culturales, contexto social y hasta tecnológicos”.
Uno de los desarrollos está en Shanghái, que es el corporativo regional Land Rover, y el otro en México, que es el Estadio de los Diablos Rojos.
“Estos dos se realizaron tal como fueron diseñados y creo que de ahí radica su fuerza, así como su atemporalidad”.
30 años de carrera
Para celebrar la trayectoria de Francisco González Pulido, el Museo Metropolitano de Monterrey ha realizado una exposición para conmemorar su trayecto en el mundo de la arquitectura.
30 años, 30 historias, 30 proyectos es el nombre de la exhibición que reúne maquetas, láminas, fotografías y videos referentes a los 30 proyectos más representativos de González; estará hasta el 21 de septiembre.