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Gestión de aguas urbanas, una tarea fundamental para las ciudades

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Cortesía: Construar

Frente a un mundo con una mayor población y afectado por el cambio climático, la gestión de aguas urbanas se ha transformado para hacer frente a la situación.

Para Amanco Wavin, la pandemia demostró que se deben reorganizar las ciudades en torno a una forma de vida local, basada en la resiliencia y la sostenibilidad.

Para lograrlo, la compañía aseguró que se debe repensar la utilización hídrica, y considerar tanto el presente como el futuro de este recurso.

“En lugar de ver cada etapa del ciclo urbano de forma independiente, estas deben conectarse y gestionarse localmente”, opinó Jorge Jean, director de Marketing de la firma.

Por otro lado, el directivo detalló que, con el uso de las aguas residuales, es posible crear ciclos circulares y controlados en edificios, vecindarios o ciudades.

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Cortesía: estepais.com

Las ciudades como instalaciones gigantes de recolección de agua

La compañía productora de tuberías consideró que ver las ciudades como instalaciones gigantes de recolección de agua representa una oportunidad.

“Dado que las precipitaciones caen de manera cada vez más errática, las autoridades deben estar preparadas para capturarla”.

Un énfasis en la gestión descentralizada del líquido, es decir, aquella que se dispersa cerca de su fuente y minimiza las descargas superficiales, permite flexibilidad y menos residuos.

Amanco señaló que la instalación de recolectores en techos y calles evitará los altos costos generados por el transporte desde otros lugares.

“Además, ayudará a reducir los costos de infraestructura, mejorar la resiliencia y beneficiar tanto a personas como al medio ambiente”, detallaron.

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Copenhague, un ejemplo de gestión de aguas urbanas

Gestionar el agua a nivel local, y hacer que cada gota cuente, será fundamental, ya que el cambio climático desestabiliza cada vez más el suministro.

Copenhague, Dinamarca es un ejemplo de cómo responder a las lluvias y el aumento del nivel del mar, a través de programas.

La ciudad cuenta con el proyecto de Cloudbursts: sitios verdes y biodiversos que sirven de espacios recreativos en climas secos y colectores de agua en húmedos.

La lluvia puede aprovecharse para almacenamiento o desviarse a otro lugar. Por esta razón, el gobierno danés prevé construir cientos de Cloudbursts para un futuro de altas temperaturas.

El recurso guardado se puede reutilizar para regar la vegetación local o para enfriar las ciudades en períodos calurosos y secos.

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