Invertir en inmuebles representa diferentes ventajas para obtener ingresos monetarios, ya sea por la renta o venta de los mismos, que según su ubicación, servicios, o amenidades pueden generar mayor plusvalía; o como garantía para obtener liquidez en momentos difíciles.
La crisis sanitaria ha significado un fuerte golpe a la economía de muchas familias, así como para pequeñas y medianas empresas mexicanas que a raíz del paro en las actividades y la reducción de ganancias, se han visto con problemas de flujo, y por el mismo motivo, con limitaciones para acceder a préstamos de instituciones bancarias que son más cautelosas debido al contexto.
Las personas que necesitan financiamientos de liquidez pueden obtenerlos a través de diversos activos que ya tienen, como joyas, obras de arte valiosas, autos de lujo, e inclusive bienes inmuebles, explica en entrevista con Inmobiliare, Sergio Raimond, Director General de LQUID Luxury Liquidity, empresa de soluciones financieras que forma parte de Grupo Fundación Dondé.
“Durante la pandemia, los bancos cerraron la llave y el crédito a las pymes, y cuando estas quisieron reabrir sus negocios, muchas se dieron cuenta de que no tenían el flujo suficiente para poderlos echar a andar otra vez”, comenta. “Al mismo tiempo, identificaron que tenían bienes que no estaban produciendo nada, es decir, tenían coches deportivos, relojes de lujo o casas y departamentos que podrían ser utilizados”.
En este sentido, las propiedades inmobiliarias representan la vía para obtener el financiamiento que requieren. “Lo que nosotros proponemos es que la gente active sus activos; que tome las cosas de valor que ya tiene y las use como aval para re-arrancar su negocio, iniciar uno nuevo, tomar oportunidades de inversión, o responder a imprevistos para los que no cuenta con efectivo en ese momento”, detalla.
Raimond apunta que es poco común que los bancos efectúen préstamos sobre este tipo de bienes, por lo que los financiamientos alternativos son excelentes soluciones para resolver de manera inmediata las dificultades financieras.
En el caso de los activos inmuebles, las personas se han visto beneficiadas de distintas maneras durante la coyuntura; por ejemplo, quienes tenían varias propiedades y querían vender alguna para obtener dinero en efectivo, se enfrentaron a la desaceleración del mercado de compra y venta, explica el director. “Si tenían una expectativa de vender su vivienda en un año, lo que pasó con la crisis es que ese plazo aumentó, y había quienes necesitaban tener 500 mil pesos o más rápidamente”.
Ante esa situación, pueden servir como prenda para que de manera inmediata obtengan el dinero que requieren y liquiden el préstamo una vez vendida la propiedad.
Ese esquema también dio a los agentes inmobiliarios la posibilidad de ofrecer más alternativas a sus clientes durante el momento más arduo de la crisis, para que contaran con un adelanto de efectivo, destaca Sergio.
“Este tipo de préstamos con garantía hipotecaria son buenos para cualquier tipo de situación, si tú quieres resolver un problema de liquidez y piensas que te puedes tardar entre un año o más para completarlo, el poner un bien inmueble como aval es lo mejor que puedes hacer”.
Para ello, es importante considerar que los propietarios deben contar con todos los papeles de la propiedad en orden, como las escrituras, comprobantes de pago del predial, pago de los servicios, planos del inmueble, oficio de terminación de vivienda y solicitud de avalúo.
LQUID Luxury Liquidity, que ya provee estos financiamientos alternativos no bancarios con inmuebles, autos de lujo, obras de arte o joyas, ha notado un significativo incremento en las solicitudes de estos esquemas. Lo cual, les permite como parte de Fundación Dondé, destinar los recursos extra generados por las tasas de interés, a la atención de niños de escasos recursos en zonas urbano-marginadas, en los más de 200 módulos que operan a nivel nacional.