Al cierre del mes de marzo de este año, se registró una caída anual de 6.2% en la inversión para la construcción, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

En este sentido, tanto el componente residencial como el no residencial, mostraron retrocesos importantes. El primero, integrado principalmente por la inversión privada, reportó una caída de 6.4%, mientras que el segundo, la inversión pública, decreció 6.1%, en comparación con el mismo periodo del 2020.

En términos generales, la inversión fija bruta mantuvo una variación mensual de 2.3% en marzo. Por componente, la construcción y la inversión en maquinaria y equipo mostraron variaciones de -0.3% y 3.0%, respectivamente. 

Por ahora, la institución financiera mexicana, Invex, estima que el crecimiento de la inversión fija bruta de 2021 y 2022 se ubican en 9.7% y 1.6%, respectivamente. Estos avances no lograrían ni remotamente contrarrestar las caídas de 4.6% y 18.2% que se observaron en 2019 y 2020.

De acuerdo con la organización, el panorama para la construcción es relativamente débil y aún se prevé que sea de los últimos sectores en recuperarse de la pandemia: “Hay que recordar que no sólo fue la caída generada por la emergencia sanitaria la que afectó fuertemente a la construcción: ésta ya caía significativamente desde 2019”. 

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Agregó que a diferencia de la inversión de cartera, la dificultad de deshacer inversiones en infraestructura, planta o equipo representa el principal riesgo para éstas, sobre todo si se toman decisiones a nivel público que pudieran afectar el patrimonio de los inversionistas privados. 

“Consideramos que la nueva composición en el Congreso de la Unión abre la posibilidad de impedir medidas que puedan perjudicar las perspectivas para la inversión en México. A pesar de este giro positivo, habrá que confirmar si efectivamente éste se concreta durante los siguientes meses”, declaró Invex a través de un comunicado en el marco de las elecciones federales que se llevaron a cabo el pasado 6 de junio.