Mujer en el evento "Construye tu ciudad" Papalote Museo del Niño y LEGO. Fondo azul con mariposas y texto "toco juego y aprendo" promoviendo la infancia. Mujer en el evento "Construye tu ciudad" Papalote Museo del Niño y LEGO. Fondo azul con mariposas y texto "toco juego y aprendo" promoviendo la infancia.

Papalote Museo del Niño y LEGO lanzan “Construye tu ciudad” para repensar las ciudades desde la infancia

Papalote Museo del Niño y LEGO estrenaron la exhibición interactiva “Construye tu ciudad”, un espacio donde niñas y niños imaginan y rediseñan la ciudad que habitan. Más que una experiencia de museo, es un laboratorio urbano temprano con lecciones directas para quienes desarrollan vivienda, equipamiento y espacio público en México. 

Las ciudades del futuro ya se están diseñando, pero no en un despacho de arquitectura, sino en un museo interactivo.

Papalote Museo del Niño y LEGO presentaron “Construye tu ciudad”, una nueva exhibición donde las infancias imaginan, con bloques y juego, cómo debería ser la ciudad en la que quieren crecer. 

El punto de partida no es menor: UNICEF advierte que para 2050 casi 70% de las niñas y niños del mundo vivirán en zonas urbanas. Si el desarrollo urbano no los considera, el rezago social y espacial se multiplica.

“Construye tu ciudad”: juego como herramienta de planeación

La exhibición, desarrollada junto con Trespectiva Estudio, invita a las infancias a reconocer los espacios que usan diario —calles, escuelas, parques, transporte— y a modificarlos mediante el juego. El corazón de la experiencia son los bloques de LEGO: aquí se “piensa con las manos”, se prueba, se tira y se vuelve a construir. 

Alejandra Cervantes Mascareño, Directora General de Papalote Museo del Niño, lo resume en una idea clave: la muestra busca que niñas y niños entiendan que tienen capacidad real para transformar su entorno, con una perspectiva de sustentabilidad, inclusión y diversidad. Es formación ciudadana temprana, pero también insight urbano en bruto. 

No se trata solo de entretener. Cada modelo que arman los visitantes es una opinión espacial:

  • dónde falta sombra o áreas verdes,
  • qué tan seguro se siente un cruce,
  • cómo deberían conectarse escuela, casa y áreas de juego,
  • qué tan accesibles son los espacios para personas con discapacidad o grupos vulnerables.

Infancias como usuarias principales de la ciudad

En el discurso de planeación urbana, la niñez suele aparecer como “beneficiaria”, no como usuaria central. La exhibición rompe esa lógica: pone la voz infantil al centro y la toma en serio.

Cervantes lo plantea sin rodeos: si desde edades tempranas se reconoce el espacio urbano y se entiende que es modificable, se forman ciudadanos más conscientes y responsables. Hablamos de futuros adultos que preguntan por banquetas continuas, transporte seguro, parques vivos y equipamiento digno, no solo por metros cuadrados privados. 

Este enfoque conecta directo con debates actuales en México:

  • ciudades fragmentadas por fraccionamientos cerrados,
  • espacio público residual o inseguro,
  • déficits graves de equipamiento cultural y recreativo en periferias,
  • poca participación real de las comunidades en proyectos urbanos.

Lo que esta exhibición le dice al real estate

Para desarrolladores, arquitectos y autoridades urbanas, “Construye tu ciudad” es algo más que una actividad para vacaciones: es un mapa cualitativo de demanda futura.

Hay tres lecturas claras para el sector:

1. Producto inmobiliario family-first

Que niñas y niños rediseñen la ciudad de forma incluyente y diversa es una señal de lo que van a exigir las familias en los siguientes ciclos de desarrollo:

  • conjuntos habitacionales conectados a parques y escuelas caminables,
  • amenities con propósito (juego, aprendizaje, naturaleza),
  • espacios seguros y accesibles para niñez y personas mayores.

El enfoque infantil obliga a pensar proyectos más allá del metraje vendible: la plusvalía se va a jugar en la calidad del entorno inmediato.

2. Museos y equipamientos como anclas urbanas

Papalote lleva más de 30 años operando como referente de aprendizaje a través del juego. Es un ejemplo de cómo un equipamiento cultural bien gestionado puede ser ancla de regeneración urbana y de construcción de comunidad. 

Para proyectos de usos mixtos, nuevos barrios o reconversión de zonas industriales, integrar equipamientos de este tipo —museos, centros de ciencia, espacios de infancia— deja de ser “nice to have” y se vuelve parte del ADN del master plan.

3. Participación infantil como insumo de diseño

La dinámica de “pensar con las manos” usando LEGO puede replicarse en procesos serios de diseño participativo:

  • talleres con niñas y niños para entender rutas, miedos y deseos,
  • maquetas colectivas para priorizar qué tipo de espacios necesitan,
  • ejercicios donde el juego revela patrones de movilidad y uso del suelo.

Para un desarrollador, esto es dato, no solo anécdota: es insight que puede traducirse en mejores layouts, mix de usos más robusto y, al final, proyectos más defendibles ante comunidad y autoridades.

Ciudades pensadas “desde abajo”

“Construye tu ciudad” también habla del rol de instituciones como Papalote en la conversación urbana: no compiten con los despachos de planeación, los complementan. Acercan conceptos de sostenibilidad, movilidad responsable y uso eficiente de recursos a las familias, sin tecnicismos, pero con impacto real. 

En un país donde el desarrollo urbano corre muchas veces más rápido que la regulación y la participación, poner a las infancias a diseñar su ciudad no es un gesto simbólico: es un recordatorio incómodo para el sector de que la vara de evaluación no será solo el retorno financiero, sino la ciudad que quede después.

Quien construye hoy sin escuchar a estas generaciones —literalmente— se está diseñando sus propios problemas futuros: rechazo social, mala reputación, activos obsoletos en barrios poco habitables.

“Construye tu ciudad” es, en el fondo, una invitación directa al real estate:

si las niñas y los niños ya están haciendo el ejercicio de imaginar ciudades más humanas, accesibles e inclusivas, la industria no puede seguir desarrollando como si nada hubiera cambiado.