Los Community Centers, que llevan servicios básicos y de necesidad rápida a determinadas comunidades, se han presentado como una oportunidad de negocio en el mundo. En México, tienen un impacto en diferentes niveles que van desde lo social hasta lo económico. 

En el contexto de la pandemia por Covid-19, los Community centers fueron una gran ayuda para la población que se quedó en cuarentena ya que estos lugares acercan servicios de salud con consultorios médicos o farmacias, tiendas de autoservicio o supermercados para satisfacer necesidades básicas, cafeterías y restaurantes e incluso sitios para realizar pagos como agua, luz y predial. Por esta misma razón, permanecieron la mayor parte del tiempo abiertos, evitando pérdidas importantes, desde la llegada del virus.

En el tema económico, el impacto va más allá de los empleos directos que se generan en los procesos de planeación, diseño y construcción. Los Community centers se presentan como una oportunidad para el emprendedor que busca poner su negocio y, a su vez, crean empleos indirectos como lo es el servicio a domicilio.

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Imagen vía Wöllman Property Group

Los Community centers vuelven propietarios a los inversionistas, es decir, el comprador no solo recibe un rendimiento sino una escritura; tienen la propiedad del local comercial que ya está en proceso de renta. Esto trajo consigo múltiples beneficios como poder pedir un crédito hipotecario si fuese necesario, generar plusvalía, además del rendimiento. Estos modelos de negocio inmobiliario son atractivos porque hacen participar a la población y crece la economía de la clase media. En contraparte están  las plazas comerciales que al ser tan grandes lo único que puedes es comprar acciones que terminarán diluyendo las ganancias.

“La población debe aprender a comprar locales comerciales ya que ayuda a que las personas crezcan su economía patrimonial, a diferencia de la especulativa. Si tienes un local comercial, así será por el resto de tu vida hasta que lo heredes.” mencionó en entrevista con Inmobiliare Jorge Armando Torreslanda Landa, Arciniega, consejero permanente Solidity Group y representante Comercial de Epic Center.

La población esta acostumbrada a invertir en bienes y propiedades habitacionales que conllevan riesgos a la larga, tener que rentarle a alguien siempre generará incertidumbre porque las legislaciones muchas veces protegen a la persona, pero al comprar locales comerciales esto no pasa, todos son parte del negocio. 

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Imagen vía Wöllman Property Group

Del lado social, también existen beneficios al fomentar el sentido de pertenencia dentro de una o varias comunidades ya que por lo general se encuentran ubicados en lugares estratégicos para que tengan bastante afluencia. Igualmente, se buscan zonas en crecimiento y terminan por ser parte del mismo. Por ejemplo, el primer Community Center de Querétaro que se encuentra en medio de 4 grandes proyectos de vivienda o Epic Center Norte en San Luis Potosí que evita a los habitantes tener que recorrer largas distancias al estar a 14 minutos del Aeropuerto Internacional de la ciudad y a 12 minutos del centro histórico. 

Actualmente existen varios proyectos en el país de Community Centers, algunos son: Epic Center San Miguel de Allende con una inversión de 180 millones de pesos, Epic Center Zakia en Querétaro que ofrece una plusvalía de hasta el 25% y rentabilidad del 10.5% anual. Todos estos de la firma desarrolladora Wöllman Property Group