El Represo, un parque inundable construido en Nogales, Sonora, recibió el máximo galardón del premio Mies Crown Hall Americas Prize Emerge 2022 (MCHAP 2022), como la obra mejor construida en el Continente Americano entre 2018 y 2021.

Dicho proyecto fue desarrollado por medio del Programa de Mejoramiento Urbano (PMU) de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) en 2019, con una inversión de 58 millones de pesos (mdp)

Una de las características principales de la obra es que está diseñada para mitigar inundaciones y afectaciones en época de lluvia. 

Según datos de la Secretaría, el parque inundable beneficia a más de ocho mil nogalenses. Esto no solo por su sistema para reducir riesgos por desastres naturales, sino también con espacios de recreación.

Una obra con delicadeza y sensibilidad

En palabras de Sandra Barclay, presidenta del jurado de MCHAP 2022, El Represo resuelve problemas de infraestructura con la delicadeza y sensibilidad de una intervención arquitectónica reflexiva, donde las personas están en el centro de todas las consideraciones.

“Un ejemplo de cómo un barrio vulnerable puede transformarse social y físicamente extendiéndose más allá de la resolución de un problema técnico para ofrecer un espacio público de uso”, expresó. 

El premio fue entregado el 21 de septiembre en el S.R. Crown Hall, sede de la Facultad de Arquitectura del Illinois Institute of Technology. El espacio es considerado una de las obras maestras de Mies Van der Rohe.

Dicho reconocimiento enaltece a los mejores proyectos de despachos con menos de 10 años de antigüedad. El parque inundable fue seleccionado entre un conjunto de 50 obras de prácticas emergentes.

¿Quién diseñó el Parque Inundable El Represo?

El Represo, ubicado en la frontera norte de México, fue diseñado por Taller Capital y la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Los arquitectos Loreta Castro Reguera y José Pablo Ambrosi fueron los encargados de liderar el diseño.

Cabe mencionar que, en el espacio que hoy ocupa el parque inundable albergaba un cuerpo de agua artificial.

Con el paso del tiempo, este provocó irregularidades en la tierra de las viviendas a su alrededor, así como inundaciones y deslaves. 

Por esta razón, los arquitectos modificaron los bordes del represo con gaviones rellenos de piedra y crearon espacios para dejar fluir los escurrimientos de la sierra. 

Además, se instaló un puente para atravesar el caudal. Así, aunque cada temporada de lluvias el parque se inunda, se resguarda la seguridad y la movilidad de los habitantes. Una vez que bajan los niveles del agua, El Represo se vuelve un lugar de esparcimiento.

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Imágenes de Sedatu.