La sostenibilidad se ha convertido no solo en una necesidad para los inversionistas y desarrolladores sino en una oportunidad para reducir la huella y generar ahorros financieros a largo plazo.
Una de las metas a 2050 para un gran número de empresas es alcanzar el Net Zero, es decir, recortar las emisiones de gases de efecto invernadero hasta dejarlas lo más cerca posible a las emanaciones nulas.
Aunque se trata de un objetivo fundamental a nivel mundial, también representa un reto complejo y con muchos obstáculos que, pese a su dificultad, son superables.
En este contexto, el Banco Mundial considera que existen algunos principios fundamentales para lograr un desarrollo sin emisiones de carbono.
“Estabilizar el cambio climático comienza con planificar para el futuro a largo plazo y no concentrarse en metas a corto plazo. Esto implica corregir los precios como parte de un conjunto amplio de políticas que produzcan cambios en las inversiones y los comportamientos, y requiere facilitar la transición para los más afectados”.
Además, asegura que las soluciones existen y son accesibles si los Gobiernos se ponen “manos a la obra” hoy mismo, pero resaltando que si demoran en actuar, los costos aumentarán para la próxima generación.
Según datos del último informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, no tomar ninguna medida hasta 2030 aumentaría el costo total, en promedio, en un 50% hasta 2050.
Por ello, Rachel Kyte, vicepresidenta y enviada especial para el Cambio Climático del Grupo Banco Mundial, remarca que las elecciones empresariales determinarán la trayectoria de las emisiones en los años por venir y generará una situación de vulnerabilidad de las comunidades ante los efectos del cambio climático.
“Como la ciencia ha indicado, para que las emisiones netas lleguen a cero antes del fin del siglo, es preciso reorganizar la economía mundial”.
Antes de construir identifica toda la cadena de emisiones
Antes de comenzar a diseñar una estrategia efectiva que permita a una empresa alcanzar el Net Zero, primero es necesario identificar de dónde vienen estas emisiones. De manera general, estas son derivadas de la combustión y la contaminación que genera la producción, transporte y uso de materiales, al igual que los desechos que estos generan tras su vida útil.

Para Luis Felipe González, CFO y socio de Rakennus (firma 100% enfocada en la compra y remodelación de edificios en Ciudad de México), en el caso de los desarrollos inmobiliarios, se deben tener en cuenta tres factores para lograr reducir las emisiones:
El primero es el uso de materiales cuya fabricación requiere poca energía. “Por ejemplo, para crear cemento se debe convertir la piedra caliza y para esto hay hornos que utilizan un tipo de combustible”, detalla el director financiero en entrevista para Inmobiliare.
En segundo lugar, González considera importante utilizar materiales de la región, reduciendo así la contaminación por el transporte. De igual forma, remarca la reutilización, la cual puede ser desde pequeños elementos hasta la reconversión de un edificio completo.
Asimismo, asegura que para lograr reducir las emisiones, se debe ser eficiente en el uso de los materiales en toda escala, no solo en la fase de edificación, sino pensando en cómo responderá el inmueble durante toda su vida útil, porque estos siguen contaminando una vez construidos.
“Si tú haces un edificio con una orientación hacia el sol y no le pones ventanas entintadas, eso hace que sea más caluroso y se necesite utilizar más tiempo el aire acondicionado, el cual requiere energía que también contamina”.
Este es un texto de la edición 148 de la revista Inmobiliare, dale CLIC AQUÍ para descargar.