Hoy en día son más de 100 mil obreros que están desempleados según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). A principios del 2019 había más de 528 mil empleos y el número bajó hasta 430 mil en el transcurso de dos años. La deficiencia de este censo es que únicamente considera a los trabajadores formales. 

Por su parte, la Cámara de la Industria de la Construcción (CMIC) informa que de marzo a junio de 2020, más de 500 mil trabajadores perdieron su empleo, es decir, durante los primeros meses de la pandemia.

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Foto vía pexels.com

Es importante señalar que sólo contabilizan a trabajadores formales, es decir, aquellos que cumplen con las legislaciones laborales del país, porque en México hay una fracción importante de personas económicamente activas que caen en esta definición y también perdieron el empleo

El INEGI también resalta que 1 de cada 4 pesos que se ingresan en el país vienen del comercio informal, en otras palabras, el 23% del Producto Interno Bruto es representado por este tipo de trabajadores. Además, el 56.5% de la gente trabajadora en México es parte de estas ocupaciones

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El número de obreros que labora en estas condiciones es incierto, pero se puede suponer que la situación para los trabajadores de la industria es mucho más alarmante de lo que parece. 

La reactivación económica que va de la mano con el proceso de vacunación son dos factores que apuntan a una mejora en este sector, no obstante los precios de los materiales de construcción se han disparado 3.49% del 2020 al 2021 y el valor de la producción en este sector se ha devaluado 27.78% desde la entrada de Andrés Manuel López Obrador al poder. Además, el gasto público en infraestructura se ha reducido 40% del 2013 al 2020. Considerando todo el espectro, las condiciones siguen siendo adversas.