Respecto al sector inmobiliario industrial, Santiago Mancebo, representante de BTERRA, detalló que, si bien Mérida representa cerca del 1% a nivel nacional, también tiene una evolución más acelerada. Un hecho que se demuestra con el interés de conglomerados como Amazon y Walmart, quienes han instalado Centros de Distribución en la región.

Asimismo, las propiedades comerciales se encuentran en etapa de recuperación tras el fuerte golpe de la crisis sanitaria, algunos de ellos reportan absorciones del 80% con precios de renta prepandemicos.

Por el contrario, los panelistas Roberto Kelleher, director general de Inmobilia y Gonzalo Espejel, director general de Umana Cities, coincidieron en que existe un complejo panorama para el segmento corporativo.

Roberto Serrano, de Sky Capital, aseveró que, hace 18 meses, el 91% de todas las oficinas en la ciudad estaban instaladas en una casa habitación: “Es por eso que no predominan los edificios corporativos”.

Explicó que el 89% de todas las empresas en la región son Pymes, quienes no requieren de grandes espacios para sus labores, pero “deben tomar en cuenta que pagan más del doble al mantener una casa por gastos ocultos como el estacionamiento, ubicación, comedor, business center, seguridad, etc. No solo eso, también se genera un daño en el tráfico y la densidad habitacional”.

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Uno de los detonantes del segmento corporativo en las ciudades turísticas ha sido la capacidad de movilidad que los trabajadores tienen gracias al home office. Sin embargo, Kelleher subrayó que en Mérida existen complejos que no cumplen con los requisitos de uso de suelo, aunque “aún es momento para ordenar esto”.

El ordenamiento es una pieza clave dentro de una ciudad exitosa, el cual debe aplicarse en todos los sentidos, desde los reglamentos para la construcción hasta el cumplimiento de las densidades de tráfico. Serrano detalló que algunas plazas comerciales informales no han respetado estas normas y han construido sin infraestructura adecuada ni cajones de estacionamiento suficientes, lo que provoca que las personas eviten visitar esos lugares.

Mérida tiene la misma superficie de Guadalajara y Zapopan, pero con seis veces más habitantes. Por lo que los expertos señalaron que es inviable que el ayuntamiento siga como el principal proveedor de servicios. Si bien se han encargado de redensificar algunas zonas, aún se vive un desorden urbano que adolece toda Latinoamérica.

Ante este contexto, uno de los retos para el desarrollo funcional es la movilidad. El director general de Umana Cities comentó que existen reglas de oro que no se respetan en la ciudad. Como el de que los satisfactores de necesidades de servicios deben de estar a menos de 750 metros de cualquier casa habitación, aunque lo ideal es que sean menos de 500 metros.

Asimismo, luego de algunos desastres generados por huracanes, se dejó de invertir en espacios verdes arbolados y la temperatura de la ciudad se elevó. No obstante puntualizó que la capital yucateca es una mina de oro con condiciones extraordinarias para la construcción.

El suelo tiene 150 toneladas de resistencia, lo que permite hacer edificios de hasta 10 niveles con cimentación superficial. Pero ya no puede crecer tanto, tiene que haber una conversión a lo vertical y de usos mixtos. Finalmente, esa planeación de suelos ayuda a que el nuevo desarrollador no tenga incertidumbre.

“Algo que debe empezar a pasar es que la comunidad inmobiliaria yucateca comience a trabajar de manera conjunta, la autoridad no lo hará porque sus plazos no lo permiten, se van cada tres años, es muy complicado. A Yucatán le falta trabajar en equipo y organizarse”.

Por Samanta Escobar Ventura

Es un texto de la edición 131 https://inmobiliare.com/inmobiliare-131/

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