España le apuesta a la construcción de data centers y duplicarán su capacidad en los próximos dos años, según las estimaciones de la consultora CBRE.
Los data centers o “centros de datos” son aquellos lugares físicos en los que aloja toda la infraestructura necesaria para almacenar datos e información de los servidores de distintas compañías.
Estos centros, además de permitir brindar un mejor servicio al cliente, han tenido un auge debido a la alta demanda de la nube y el 5G alrededor del mundo.
En Europa se ha registrado un aumento en sustancial en el interés de inversores y empresas para el desarrollo de este tipo de proyectos, especialmente en las grandes ciudades.
“La actividad de desarrollo de centros de datos de colocación en España durante 2020 ya ha alcanzado niveles sin precedentes”, menciona CBRE en su informe.
Las favoritas para albergar los data centers dentro del país Ibérico son Madrid y Barcelona, aunque esta última en mucho menor medida, y se espera que en los próximos 24 meses se aumente al doble la capacidad actual.
Más información sobre los data centers
Actualmente, los centros de datos se concentran en Londres, Frankfurt, Ámsterdam y París. Estos suman en conjunto un total que alcanza los 2 mil MW en el primer trimestre del 2021.
Es importante tener en cuenta que aunque se trate de un activo inmobiliario, un data center no se cuantifica en m2 como se haría con una residencia, una nave industrial o un edificio de oficinas.
Si no que el tamaño de estos lugares se mide en megavatios (MW) y la mayoría de las veces su capacidad si se refleja en su superficie. Generalmente, los activos abarcan un área de 10 mil m2.
Una de las razones por las cuales España está teniendo un auge en esta tecnología de centros de datos es por su ubicación geográfica estratégica y sus costas que dan al mar Mediterráneo y al océano Atlántico.
Este tipo de infraestructura depende de los cables submarinos intercontinentales, uno de ellos es el que comunica Bilbao con Virginia Beach, Estados Unidos; y es conocido como el Marea.
Este cable de comunicaciones transatlánticas tiene seis mil 600 km de longitud y fue financiado por las compañías estadounidenses, Microsoft y Facebook.
Y su construcción y operación corrió a cargo de Telxius, compañía global de infraestructuras de telecom.