Cuando se trata de museos y espacios culturales, el arte no se reserva únicamente para el interior, sino que puede encontrarse en las edificaciones mismas.

Este es el caso del recién inaugurado MoAE: Humao Museum of Art Education. Un recinto con una cautivadora arquitectura ubicado en la ciudad de Ningbo, China, un puerto al sur de Shangai.

Este edificio considerado ya como icónico en la región, fue diseñado por los arquitectos portugueses Álvaro Siza Vieira y Carlos Castanheira. Reconocidos por dar vida a construcciones emblemáticas como el Pabellón en Saya Park, Corea del Sur o la renovación del barrio histórico de Chiado en Lisboa, Portugal.

El MoAE destaca en el paisaje urbano pero sin desentonar con su entorno. Al norte del desarrollo Lake Dongqian Education Forum se erige su particular figura triangular delineada con ángulos ligeramente curvados que lo diferencian de las aristas filosas de otros edificios.

Su característica más destacada es que parece no tocar el suelo y ser una construcción flotante. Esto se debe a que la planta baja está rodeada de muros transparentes.

El concepto de los arquitectos era crear una edificación completamente dinámica por dentro y fuera. Por ello la fachada está cubierta de un material metálico que refleja las tonalidades dadas por el clima, el horario y la época del año.

Es un reflejo de la siempre cambiante luz lo que lo hace tener movimiento y transformaciones continuas”, expone Castanheira.

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Al museo se ingresa a través de un pasillo en rampa que conduce a un vestíbulo de 22 metros por 72 pies de altura, rodeado por una segunda rampa en forma de espiral que recorre el esqueleto del inmueble y da acceso a las diferentes salas y galerías del recinto, distribuidas en cuatro pisos posteriores.

En la planta baja se encuentran algunas instalaciones y oficinas, además de un sótano que alberga los cuartos con equipo técnico. En el último piso se ubica una sala VIP, una biblioteca y una cafetería.

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El juego de iluminación también es aplicado en el interior del edificio que en momentos diferentes del día distribuye la luz natural y es más o menos intensa. A esta se añaden luces de tubo suspendidas en los ejes verticales y horizontales de la construcción que dan un efecto de amplitud.

MoAE desafía la percepción visual, pues, engaña a quien mira la fachada y calcula un interior reducido. Al ingresar al inmueble se encuentra una estructura interna que parece aumentar el volumen del espacio.

“Un museo debe ser grande y brillante. El MoAE es un pequeño museo que es inmenso”, dice Castanheira en un texto escrito para presentar el proyecto.

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“Apoyado en la ladera, su forma ondulada se cierne sobre el suelo. Es intrigante por su elegancia y su misterio. Nada es obvio en este edificio”, agrega.

Los pasillos y accesos tienen diversas direcciones y se convierten en otra instalación de arte por sí mismas. “En el interior, la calma introspectiva de los espacios expositivos contrasta con el movimiento de los visitantes que circulan en el enorme vacío. El dinamismo se enseña a través del arte. El tamaño no importa, pero un museo debe tener un Alma Grande”, señala el arquitecto.

“Se llega a la entrada pública después de pasar la forma del edificio y experimentar una compresión impuesta y absorbente, para luego ser liberado a un vasto espacio, a la altura total del edificio, donde una rampa serpenteante une todos los niveles del piso.

Este ejercicio de compresión y liberación es constante durante la visita. Esta diversidad de recorridos y la interconexión de espacios hace que este pequeño edificio sea enorme por dentro. Su volumen es igualmente desafiante”.

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Este museo se enfoca en la exhibición de arte moderno y contemporáneo de China. Entre sus exposiciones permanentes destacan la del escultor Liu Kaiqu, el compositor He Luting , y el pintor Luo Zhongli, principales exponentes del siglo pasado.

En las salas temporales se expone una interesante variedad de estilos y técnicas artísticas que incluyen pintura, escultura, dibujo, música, diseño, caligrafía e incluso arquitectura. Además, cuenta con piezas clásicas de Francia e Italia, de artistas como Tiziano Vecellio y Filippino Lippi.

Asimismo, incluye piezas de arte digital e instalaciones multimedia para cumplir con el propósito de ser un centro educativo en materia de arte.