En los últimos meses, el boom del nearshoring ha beneficiado a la industria mexicana con la llegada de nuevas empresas, pero también ha hecho más evidentes los desafíos que tiene el país para recibir a los inversionistas, principalmente de infraestructura logística. Uno de los puntos a favor es la estabilidad macroeconómica de México y los acuerdos arancelarios.

La Secretaría de Economía informó que la Inversión Extranjera Directa (IED) al cierre del tercer trimestre de 2023, se ubicó en 32,926 millones de dólares, registrando un incremento de 30% frente a los 25,272 millones de dólares alcanzados en el mismo periodo del año pasado. La dependencia destacó que el incremento, es resultado de la confianza de los inversionistas extranjeros en el buen ambiente de negocios y la estabilidad económica del país.

Impulsadas por el dinamismo del nearshoring (relocalización de empresas) en México, los Fideicomisos de Inversión en Bienes Raíces (FIBRAs) aumentaron 8% anual su inversión entre el primer trimestre del 2023 y el primer trimestre del 2024, al cerrar con 64,000 millones de pesos, según datos de la Asociación Mexicana de Fibras Inmobiliarias (Amefibra).

De esta forma, las 15 Fibras que conforman la AMEFIBRA, concretaron la construcción de 1.6 millones de metros cuadrados de espacio rentable inmobiliario en ese mismo periodo que, por segmento, se distribuyeron de la siguiente forma:
• Agroalimentario: 22%
• Mini bodegas: 17%
• Educativo: 12%
• Industrial: 25%
• Cuartos de hotel: 2%
• Oficinas: 2%
• Comercial: 6%
• Otros: 2%

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Las FIBRAs aumentaron 8% anual su inversión entre el primer trimestre del 2023. Foto: Inmobiliare

Algunas de las principales oportunidades para el crecimiento sólido de la industria inmobiliaria en México están en el nearshoring, el turismo y la infraestructura. Se estima que alrededor de 500 empresas se están estableciendo en el país, impulsando la demanda de espacios industriales a raíz del nearshoring. Por lo que el mercado inmobiliario continúa siendo una opción sólida y confiable, capaz de resistir las crisis económicas globales pese a los riesgos inherentes a cualquier inversión.

Dicho mercado, es especialmente atractivo gracias a la ubicación estratégica y los buenos costos de las propiedades, diversos tipos de industrias, mercado creciente, condiciones comerciales beneficiosas, adecuados costos laborales y ahorros, entre otros.

“Tenemos una buena mano de obra, pero además la estabilidad macroeconómica, tasas de interés y tipo de cambio estable, la visión de las Fibras es a mediano y largo plazo, todas buscan crear valor, certeza, empleo y formalidad en el país. En general, apuestan al país, porque si las cosas se hacen bien, vamos a poder desarrollar su potencial económico. Es por ello que las FIBRAs seguirán invirtiendo”.

Debido a que el auge del nearshoring presenta desafíos significativos para el mercado inmobiliario en áreas clave, es esencial que la planificación institucional cree espacios adecuados que entiendan la demanda y oferta regional y que coordinen las inversiones correctamente. También, los recursos naturales y el desarrollo urbano local requieren una respuesta conjunta entre el sector público y privado.

Cabe recordar que México destaca en esta tendencia de la relocalización gracias a su proximidad con EU, a las regulaciones favorables y una mano de obra activa. Ciudades estratégicas como Monterrey y Tijuana están atrayendo inversiones. Los acuerdos comerciales y la población trabajadora posicionan a México como un destino atractivo para la relocalización empresarial, subrayando la importancia de un desarrollo sostenible y equilibrado.

Por JOSEFINA MOISÉS, DIRECTORA GENERAL DE AMEFIBRA

Es un texto de la edición 144 de Inmobiliare

*Nota del editor: Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Inmobiliare.

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