El nearshoring se consolida como un fenómeno de impacto global y México es un destino estratégico para la reubicación de operaciones empresariales. En este contexto, la ciudad fronteriza de Tijuana ha tomado el papel protagónico como el epicentro de oportunidades, según expertos.

Para Cristina Hermosillo, presidenta del Desarrollo Económico e Industrial de Tijuana (Deitac), esta situación ha permitido la llegada de nuevas inversiones.

“En el 2023 se invirtieron más de 700 millones de dólares en nuevas naves industriales en Tijuana, superando la meta estimada para ese año”, indicó.

Además, resaltó la acelerada labor de los desarrolladores para generar parques industriales, anticipando una mayor actividad para el 2024.

“El nearshoring está moldeando un nuevo panorama económico para México. Las oportunidades abundan, pero la gestión inteligente de los gobernantes será fundamental para asegurar un crecimiento sostenible y beneficios duraderos para la comunidad local”.

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En el 2023 se invirtieron más de 700 millones de dólares en nuevas naves industriales en Tijuana.
Cortesía: Pixabay

Nearshoring, catalizador social y económico en Tijuana

Por otro lado, la experta señaló que Tijuana es un ejemplo de cómo el nearshoring puede ser catalizador para el desarrollo económico y social.

También resaltó una mano de obra altamente calificada, especialmente en sectores clave como la manufactura, tecnología y servicios, así como condiciones climáticas adecuadas.

“Son elementos clave que atraen a inversores de todo el mundo. Actualmente empresas coreanas, chinas y japonesas ocupan en conjunto el 18% del espacio industrial en la región”.

El impacto del nearshoring en Tijuana no se limita únicamente al ámbito empresarial. El desarrollo de habilidades y la mejora de las infraestructuras locales son aspectos que han experimentado un impulso significativo.

“El tejido social de la ciudad se ve enriquecido a medida que las oportunidades laborales aumentan y se diversifican”, detalló.