Si bien los bienes raíces representan un buen retorno de inversión, gracias a la plusvalía, el trabajo remoto también ha destacado por brindar diversas ventajas a las empresas, especialmente tras la pandemia por el Covid-19.

Ante ello, muchas PyMes han apostado por este tipo de negocio, debido a los beneficios que se desprenden de él, como:

1: Mayor productividad. El trabajo en casa con flexibilidad de horario, basado en el cumplimiento de actividades y en la entrega de resultados, permite a los empleados tener un mejor balance de su vida personal y laboral, con niveles de estrés más bajos y una mayor productividad.

2: Atracción y retención de talento. Debido a que no todas las empresas permiten esta práctica, el trabajo remoto se ha convertido en una importante ventaja que distingue a una empresa de otra. Además, es un beneficio que mantiene felices y leales a los empleados.

3: Reducción de gastos de la empresa. Tener una menor cantidad de empleados en la oficina o no tener ninguno se traduce en una reducción de ciertos gastos, como el pago de la renta y el mantenimiento del inmueble, los servicios, el material de oficina, entre otros.

4: Contratación de empleados fuera de la ciudad. Un puesto de trabajo remoto permite ampliar el área geográfica de reclutamiento. Esto resulta un gran beneficio para las empresas que pueden contratar al mejor candidato, independientemente de su lugar de residencia, sin logística ni gastos de mudanza.

5: Mejores políticas de trabajo. Las políticas de trabajo en casa pueden ser diferentes para cada empresa, incluso para cada persona. Gracias al trabajo remoto, las compañías pueden seleccionar los puestos más aptos, incluso, si será de forma generalizada varios días al mes o si es posible que la empresa trabaje de forma remota al 100 por ciento.

¿Y qué hay de las oficinas virtuales?

Al igual que en el trabajo remoto, las oficinas virtuales no dependen de un lugar físico para poder operar, debido al funcionamiento de los medios tecnológicos actuales, como teléfonos celulares, tabletas o laptops, que permiten trabajar casi en cualquier lado.

A decir de expertos, el principal diferenciador entre las oficinas físicas y las virtuales es el lugar, pero otro muy importante es el aspecto económico, ya que las oficinas virtuales son considerablemente más accesibles, lo que implica beneficios y capacidades diferentes.

Para los nuevos emprendedores, incluso para los trabajadores freelance, pagar mensualmente una renta puede ser un movimiento arriesgado, mientras que comprar podría llegar a ser un paso imposible.

Si bien existe la opción del trabajo remoto, ciertos negocios o profesionistas requieren brindar a sus clientes un espacio para poder conversar de manera profesional. Algunas oficinas virtuales permiten tener horas de sala de juntas, oficina privada por hora, coworking por hora o día, copias, escaneos e impresiones.

Por otra parte está la dirección fiscal, misma que se utiliza para determinar el lugar donde legalmente se encuentra establecida una persona física o jurídica, y desde el que hace frente a sus obligaciones y derechos fiscales.

¿Cuál es la mejor opción para ti?

Todas estas opciones (comprar, rentar, brindar trabajo remoto o contratar una oficina virtual) responden a necesidades y tipos de negocio distintos. Para saber cuál es la que mejor se apega a tu empresa, te recomendamos analizar muy bien las características de la misma, así como tus finanzas y objetivos a corto y largo plazo.

Independientemente de la decisión que tomes, recuerda que una opción no está peleada con la otra. Puedes comprar o rentar y al mismo tiempo recurrir al trabajo remoto, para así brindar la mejor experiencia laboral posible y posicionar a tu empresa como un lugar ideal para trabajar.

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*Nota del editor: Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Inmobiliare.

Este es un artículo de la edición 128 https://inmobiliare.com/inmobiliare-128/