El auge del nearshoring ha transformado la dinámica económica global, México emerge como uno de los beneficiarios clave de esta tendencia. La relocalización de la actividad empresarial, particularmente de manufactura y tecnología, desde Asia hacia regiones más cercanas a los mercados de consumo en Norteamérica, ha creado una oportunidad dorada para inversiones inmobiliarias en nuestro país. Este fenómeno no solo optimiza las cadenas de suministro, sino que también impulsa el desarrollo económico local, abriendo un vasto abanico de oportunidades inmobiliarias en zonas con potencial para la generación de inversiones en materia de vivienda, comercial o industrial.

La región del Bajío, que abarca Querétaro, Guanajuato, Aguascalientes y San Luis Potosí, se ha consolidado como un polo industrial clave. En los últimos años se han detonado inversiones clave como la de Amazon y distintas marcas automotrices, que detonan diversas necesidades. Su infraestructura, conectividad y mano de obra calificada la hacen atractiva para empresas internacionales. Algunos de los activos que se han revalorizado es el invertir en naves industriales, parques logísticos y desarrollos habitacionales en estas zonas debido a su rentabilidad, dado el incremento en la demanda por espacios y una oferta que no llega a ser basta.

Por otro lado, nos encontramos con estados como Nuevo León, Coahuila y Chihuahua, estas entidades se benefician directamente por su proximidad con el mercado estadounidense. En este sentido, se prevé que Monterrey, se perfile como un hub tecnológico e industrial, aumentando su atractivo para el proptech y las futuras inversiones a realizarse en la región.

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CARLOS ROUSSEAU

Proyectos comerciales, industriales y multifamily pueden ser una jugada estratégica, aprovechando la creciente llegada de empresas extranjeras, sin embargo, no hay que dejar de lado las necesidades actuales de la sociedad para que los desarrollos planeados tengan demanda independiente, así como el acceso a servicios de calidad. Un planeamiento urbano es indispensable previo a la toma de decisiones.

Hablando del sureste mexicano, en Yucatán y Quintana Roo, se ha visto un crecimiento significativo en infraestructura y conectividad. Además de su atractivo turístico, la región está ganando terreno como destino de inversiones industriales y tecnológicas. Los desarrollos de usos mixtos que combinen áreas comerciales, industriales y residenciales pueden captar la demanda emergente.

La unión de esfuerzos del sector público y privado es fundamental para el crecimiento exponencial de la economía y un detonante de inversión, el gobierno mexicano ha implementado diversos incentivos fiscales y programas de apoyo para atraer inversiones extranjeras con la finalidad de aprovechar la ola del Nearshoring. Aprovechar estos beneficios puede aumentar la rentabilidad de las inversiones inmobiliarias obteniendo beneficios locales y nacionales.

El nearshoring promete un crecimiento sostenido en la demanda de espacios industriales y comerciales. La estabilidad económica y la mejora en la infraestructura son factores que aseguran un retorno sólido a largo plazo. Sin embargo, la diversificación es un punto muy importante. Invertir en diferentes regiones con potencial en México permite diversificar el riesgo y maximizar las oportunidades de rendimiento, así como en proyectos de todo tipo. Cada región ofrece un perfil de riesgo y retorno diferente, balanceando el portafolio de inversiones puedes tener más certeza de tus activos y ganancias.

La clave para capitalizar el auge del nearshoring radica en la elección estratégica de las zonas de inversión. Evaluar la infraestructura, conectividad, disponibilidad de mano de obra y los incentivos locales es fundamental. Además, mantenerse informado sobre las tendencias del mercado y las políticas gubernamentales que puedan afectar al sector del real estate.

Las inversiones inmobiliarias en zonas con potencial en México, impulsadas por el nearshoring, representan una oportunidad única para obtener rendimientos atractivos. La combinación de un entorno macroeconómico favorable, políticas de apoyo y un mercado en expansión, hacen de estas regiones un destino ideal para los inversores que buscan maximizar sus activos en el sector inmobiliario.

Por CARLOS ROUSSEAU, Managing Director REACH
Latam

Es una columna de la edición 144 de Inmobiliare