La “isla de calor urbano” se refiere al fenómeno de origen térmico que se produce cuando en las ciudades la temperatura es mayor que en las zonas circundantes.

Este fenómeno es ocasionado por diversos factores. Uno de ellos es que en el centro se concentran elementos que desprenden calor como son los automóviles, los sistemas de climatización y grandes edificios. 

Otro sería los materiales utilizados para construir en las grandes urbes, que suelen ser tradicionalmente oscuros como: el asfalto, el cemento y el acero, por mencionar algunos. Estos desprenden el calor almacenado durante el día cuando oscurece; elevando la temperatura nocturna. 

También, en estas zonas conurbadas suelen estar filas interminables de edificios y conglomerados que hacen complicada la circulación del aire. Además, suelen contar con pocas o nulas áreas verdes.

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Imagen vía Pixabay

En las áreas rurales que le rodean a la urbe suelen abundar extensiones de tierra que tienen la capacidad de perder calor con mayor velocidad.

De igual forma, la tierra y los árboles absorben la lluvia, que en los días calientes es evaporada y liberada a la atmósfera; refrescando así el ambiente. A diferencia de las ciudades donde la lluvia termina en los sistemas de alcantarillado. 

Efectos de la isla de calor urbano

La isla de calor urbano así como sus causas tiene diversos efectos que van desde exacerbar el cambio climático hasta afectaciones a la salud de las personas.

En la CDMX se han encontrado diferencias que alcanzan los 10 °C entre el centro de la ciudad y las áreas que le rodean. 

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Imagen vía ciencia.unam.mx

“Hay que aclarar que no es en toda la ciudad, sino en  zonas puntuales, “islas” como el centro histórico, donde todo está densamente construido y hay muy poca vegetación” dijo Elda Luyando, investigadora del grupo de Cambio Climático y Radiación Solar del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM. 

Se ha observado la tendencia que al aumentar la temperatura en las ciudades se utilizan con mayor frecuencia e intensidad los sistemas de aire acondicionado; incrementando así el gasto de energía eléctrica. 

Cada vez existen más “aparatos que consumen energía dentro de los edificios, como computadoras, refrigeradores, impresoras, que liberan calor por lo que a su vez se colocan sistemas de enfriamiento que usan energía. Es un círculo vicioso”, según Devanshi Purohit, director asociado de diseño urbano de CBT Architects.

Efectos en la salud de las personas

Las islas de calor urbano pueden agravar las olas de calor que se viven año tras año como resultado del cambio climático.

El aumento en la temperatura contribuye directamente a muertes por afecciones cardiovasculares y respiratorias, especialmente en las personas mayores. De hecho, el calor extremo es la principal causa de muerte por motivos climáticos en EE.UU.

El polen, el polvo y algunas otras sustancias que ocasionan reacciones alérgicas también aumentan en situaciones de calor extremo. Y por otro lado, al existir poco flujo de aire se facilita que ciertos contaminantes se mantengan en el ambiente provocando que las personas los respiren. 

“Es importante, señalar que este fenómeno es un producto de la forma en que han crecido las ciudades y no algo propio de las cuestiones meteorológicas”, señaló Elda Luyando, investigadora de la UNAM. 

La isla de calor urbano y sus repercusiones son una realidad para la población que habita en estos lugares.