Parece que el mundo gira más rápido de lo normal, y basta con pedirle a ChatGPT que escriba este artículo para que en un par de segundos sea redactado (no te preocupes aún soy a la antigua, de esos que aún escriben sus propios artículos, llámame tradicional…), o decirle a Alexa que me recuerde algo; pedir en Uber eats la cena, da igual, todo es TAN RÁPIDO que parece que esperar un mes es una eternidad.

El mundo ya no sabe esperar, no sabe de relaciones a largo plazo, y la tendencia ha llegado también a las rentas, donde ahora quien busca maximizar sus ingresos no te va firmar un contrato a un año, cada vez menos propietarios e inquilinos están interesados en ello.

Todo inicia con las famosas “rentas vacacionales” y los departamentos inician a competir con hoteles, primero con diferencias claras en precios y comodidades, ahora con desarrollos “condohoteleros” con una administración con el confort de un hotel y las ventajas de un desarrollo inmobiliario, incluso algunos desarrollos con mejores amenidades que los mismos resorts, tarifas dinámicas que no sólo varían en festividades como navidad o semana santa, sino, incluso con un sistema mucho más sofisticado que va a la alza o la baja de acuerdo a la temporalidad, eventos, etc.

Las rentas a corto plazo no sólo han llegado a la vivienda, también a las oficinas con rentas por hora, espacios en los que los propietarios se benefician al multiplicar sus ingresos, ya que al hacer cotizaciones por determinado tiempo en lugar de contratos anuales, llegan a tener ingresos mucho más altos a pesar de que los gastos y responsabilidades que implican se multiplican. Por ejemplo, rentar un departamento implica un desgaste mayor de los muebles y del inmueble en general, es decir, más mantenimiento, pagos de comisiones a plataformas, gastos de administración, limpieza y de anfitriones. Además se requiere, si es el caso, de un equipamiento con todo lo que una persona puede necesitar: vasos, cubiertos, sabanas, toallas, trastes etc; un trabajo mucho mayor, pero que definitivamente en la gran mayoría de los casos resulta un mejor negocio que las rentas tradicionales.

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Lorena Goca

Como inversionistas, un modelo en el que decidí invertir por lo atractivo de los rendimientos, sobre todo en zonas vacacionales dónde tenemos las ocupaciones más altas del país es Riviera Maya o Baja California, y además porque no importa en qué lugar del mundo se encuentre tu inversión, ya que trabaja por ti con un rendimiento compuesto: Rentas + plusvalía, no te tienes que encargar de nada, tu dinero trabaja por ti y cuando quieras puedes disfrutar de ella; por eso es mi tipo de inversión favorita que les recomiendo a mis clientes y aún más interesante para presupuestos pequeños en modelos como fractional puedes invertir desde $400,000 MN, en desarrollos en excelente ubicación y exitosos, pero de este método de inversión hablaremos en una siguiente edición.

En mi opinión esta no es una tendencia o moda pasajera, un modelo de negocio que llegó para quedarse y seguirá en gran crecimiento y profesionalización, me gustaría saber tu opinión y seguir esta conversación en mi redes: Lorena Goca

¡Nos vemos en una próxima edición!

Es una columna de la edición 143 https://inmobiliare.com/digital/INMOBILIARE-143.pdf