Durante la siguiente ponencia, Óscar Chávez Pacheco, director regional de desarrollo de InterContinental Hotels Group (IHG), quien además participó como moderador del debate, dio el punto inicial en el que se enfrentan las cadenas y los negocios independientes: de las 800 mil habitaciones que en promedio hay en México, el 70% corresponde al segundo grupo.
Aunque el alojamiento independiente, que representa el grupo mayor, pudiera tener la oportunidad de ajustarse a los tiempos de distribución global y Mazatlán fue pensado para albergar cadenas, la realidad es que en muchos de los casos vencieron esos contratos y se quedaron fuera.
“Como independiente, uno busca su propio negocio y que su operación sea más eficiente y gastar menos en el tema operativo. La verdad es que, a largo plazo, esto puede afectar a los productos cuándo llega la necesaria renovación que los tiempos exigen, la tecnología que la clientela busca”, agregó el directivo de IHG.
Es verdad que los huéspedes buscan más por su dinero y es por ello que las cadenas empezaron a ser más competitivas. Para la firma de Chávez Pacheco, representa un reto cuando un hotel independiente busca competir con estas grandes firmas como Posadas o Marriott, pues ellos ya saben cómo hacer su negocio y lo ideal, tanto a nivel nacional como local, es tener un “mix balanceado”, de independientes con marcas estandarizadas e internacionales.
Por su parte, José Manuel Oliveros, director de desarrollo de Hilton, afirmó que Mazatlán es un mercado de oportunidades, tanto así que una empresa de nivel internacional como la que representa ha hecho grandes esfuerzos por “tropicalizar” su marca. “Hemos llevado una relación muy cercana con los propietarios, tratando de estar con ellos, ya que firman un convenio para conocerlos y saber sus necesidades en específico, es decir, en dónde les duele, cuáles son sus baches y cómo podemos ayudarles”.
Al principio, Oliveros detalló que, se dio cuenta que tendían a ser muy rígidos con los estándares, algo que complicaba el trato con los negocios independientes que se querían convertir.
“Esto es muy costoso, es una inversión muy fuerte para ellos que, a veces, vienen de baches cómo pasó en la pandemia. Vienen de no vender muchos cuartos y hacer recortes de personal y luego llegas tú y les pides inversiones bestiales y pues no funciona así. Hemos tratado de ser flexibles conectas, buscando que también sea rentable para el cliente”.
En su turno, Jorge Zaragoza, gerente de desarrollo de Wyndham Hotels & Resorts LATAM, destacó que su marca realizó la firma de 21 contratos el año pasado, los cuales se efectuarán en el ciclo 2022-23, abriendo cerca de 35 inmuebles en la región de Centroamérica, de los cuales, un 50% están en México.
En el caso específico de Mazatlán, Wyndham tiene dos proyectos en espera y espera sumar cuatro más, gracias a la confianza de los inversionistas que han apostado por este estado.
“Sin duda el crecimiento que se ha tenido aquí es impresionante, pues contamos con más de 24 proyectos, solamente en la Zona Dorada. Sabemos que hay un gran apetito por la inversión, tanto de la parte de la mazateca como de los inversionistas de diferentes ciudades que han visto aquí un lugar, no solamente para vivir, sino para disfrutar”.
En cuanto al tema, el empresario indicó que, sin duda, el tener el respaldo de una cadena internacional es confianza para el viajero. Al momento de elegir un destino, se está eligiendo un lugar a donde llegar con seguridad, sitios de interés y estándares.
“En ese sentido, las cadenas trabajamos arduamente para que esta curva de aprendizaje sea lo más corta posible y al propietario se le brinde certeza al momento de abrir que tenga ya huéspedes a la puerta de su hotel”.
Para Jorge Zaragoza hay tres puntos específicos a destacar, el primero es el Canal de reservaciones, es decir, que el hospedaje sea un escaparate de ventas para tener una mayor penetración de mercado, sobre todo en los internacionales, aplicando la digitalización.
El segundo es el soporte de operaciones, brindado a través de nuestros equipos locales “tropicalizados” completamente al mercado latinoamericano, lo que permite tener un conocimiento profundo del sector local y de las condiciones del mismo. Finalmente, la tercera es la curva de aprendizaje, que ayudará a que el propietario o el operador tengan la confianza y sepa qué tanto será el retorno de su inversión según el mercado.
Finalmente, Nicolás Martínez, vicepresidente de desarrollo para Accord México Centroamérica y el Caribe, estimó que este país es una de las principales apuestas para los próximos años, donde continúan desarrollando, incluso en Mazatlán.
Para el VP, vale la pena cambiar los hoteles y afiliarse a una de las grandes compañías, por un tema puramente comercial. Esto trae cambios, por supuesto, sobre todo en el cumplimiento de estándares internacionales que muchas veces un independiente no debería de cumplir.
“Cuando estamos evaluando un proyecto esta es una duda importante, ¿cuánto me cuesta llevar mi producto de aquí a dónde lo tengo que llevar para poder afiliarme con la marca?”.
El ejecutivo de Accord garantizó que las marcas tienen grandes bondades, sobre todo en temas comerciales, de consistencia, capacitación relevante, madurez y fuerza a los destinos dónde se instalan. Entre los retos, se encuentra el cumplimiento de estándares y requisitos específicos que, al final del día, tampoco habría que ignorar como independientes.
“Por supuesto que cobramos, hay regalías de la mano de la operación o de la franquicia si se hacen estudios y se hacen con cuidado, apoyados de un consultor”.
Este es un texto de la edición 135 https://inmobiliare.com/inmobiliare-135/